Ofrezco dos argumentos que pueden ser interesantes para aquellos que consideran que hay que participar en el próximo ejercicio de Revocación de Mandato (RM)
En el pensamiento autoritario del Presidente se ha instalado la convicción de que el INE no es una institución democrática, que los nombramientos de los consejeros son producto de componendas entre los partidos opositores, que hay un gran dispendio de recursos, que responden a los intereses de gobiernos neoliberales, que no quieren el avance del país…
Ahora está acusando a este organismo autónomo de no obedecer el mandato constitucional, porque en la RM del próximo 10 de abril no instalará las casillas que corresponden a una elección federal. De manera falaz menciona que en la consulta popular de agosto pasado se gastó mucho menos, cuando ese ejercicio se realizó apenas concluido el proceso electoral y se echó mano de funcionarios ya capacitados para el efecto, y de insumos y material que para el efecto se adquirieron.
Acusa al INE, cuando su bancada en la Cámara de Diputado negó los recursos solicitados para la organización de la RM, y cuando la SCJN le ordenó llevarla a cabo con los recursos que tenía, una vez que la SHCP se negó a satisfacer las necesidades presupuestales presentadas en tiempo y forma.
Con el viento en contra, ‘la RM va, y va muy bien’, dice el INE en los mensajes que difunde para promocionarla. Está cumpliendo su tarea, y llevará a cabo las labores que le corresponden de acuerdo con la Constitución y la ley.
Sin embargo, el Presidente no reconocerá esta labor. Culpará al INE, sea cual sea el resultado, de la abstención, de las casillas, del número de éstas, de la poca difusión. O de todo lo contrario. Como el dicho popular: “De todos modos Juan te llamas”.
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De nada servirá para el efecto la participación de los ciudadanos, ni su resultado. Lo que quiere el Presidente es apoderarse del INE, minimizarlo, cooptarlo. El argumento de que hay que participar para defender al INE no tiene sustento alguno.
La participación electoral es un derecho y hay que ejercerlo, abstenernos es irresponsable. Desde la oposición siempre hemos pugnado por la participación y sería contradictorio invitar a no hacerlo. Ciudadanos pensantes consideran que no participar es claudicar y que se manda un mensaje negativo para futuros procesos.
Ante este argumento hay que considerar que la abstención es también un derecho, si lo ejercemos conscientemente. Hay que analizar qué mensaje mandamos con nuestra ausencia; no es bajar los brazos, es decidir conscientemente no avalar los intentos mesiánicos de los falsos redentores.
El vacío en las urnas puede ser más efectivo que los votos en contra. Se trata de elegir entre participar en una farsa o rechazarla. Se trata de reflexionar y discernir para ‘acertar en la definición de lo que sea mejor para México’ (Manuel Gómez Morin, 1939).
POR CECILIA ROMERO CASTILLO
COLABORADORA
@CECILIAROMEROC
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Austeridad mal entendida. Oootra vez
PAL