COLUMNA INVITADA

¿Ingenuo o demagógico?

Los migrantes son personas, con dignidad, con derechos, y con necesidades, y plantear una solución a largo plazo. No es sembrando arbolitos como lo vamos a resolver

OPINIÓN

·
Cecilia Romero / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hacía cinco años que los líderes de Canadá, Estados Unidos y México no se reunían. El hecho de que lo hayan hecho es sin duda una buena noticia para nuestros países. La conversación cara a cara no tiene sustituto.

El pasado jueves 18 marcó el reinicio de la Cumbre de Líderes de América del Norte. Para el Presidente de México, este viaje fue el tercero fuera de México desde que asumió el poder. Su visita fue precedida por presiones ejercidas en diversos espacios de la Unión Americana, para que se abordaran los temas de la migración indocumentada, y la reforma en materia energética.
El Primer Ministro canadiense llevó a la reunión su preocupación por la inversión en la industria eléctrica y la minería ante la legislación propuesta en México, y el cumplimiento de los compromisos sobre el cambio climático. Para Justin Trudeau, la iniciativa de reforma en materia eléctrica viola compromisos asumidos en el TMEC.

El Presidente Biden planteó la necesidad de avanzar en el impulso al bloque trilateral para enfrentar a China y la importancia de redoblar esfuerzos para la cobertura de la vacunación contra el Covid 19. Reiteró la idea de un acuerdo continental para regularizar el fenómeno migratorio, así como la preocupación compartida respecto del combate al cambio climático.

El Presidente mexicano llegó a la reunión con la propuesta de exportar el programa Sembrando Vida, que se está llevando a cabo en México, a los países de Centroamérica para reducir la migración indocumentada. Hizo votos por que se apruebe la iniciativa del Presidente Biden de regularizar a los once millones de indocumentados que viven y trabajan en Estados Unidos.

De esta reunión no se esperaban acuerdos formales. Fue un nuevo comienzo y las preocupaciones compartidas por los tres mandatarios son las materias sobre las que se deberá trabajar para reforzar programas, modificar conductas o redoblar esfuerzos.

Llama la atención la propuesta que hizo el Presidente mexicano respecto del programa Sembrando Vida. Se han difundido en redes sociales videos en se muestran terrenos donde debían estarse sembrando árboles, y que permanecen desiertos. Los beneficiarios reciben $6,000 mensuales por hectárea, pero no hay nuevos árboles en esos terrenos, y tampoco se ha reducido la migración mexicana hacia Estados Unidos.

La opacidad con que se ha manejado el programa no permite conocer resultados. Sin embargo, en 2021 el programa recibió 28,929 mdp, y el presupuesto aprobado para 2022 destina 29,446 mdp para ese rubro. Con más presupuesto, sin resultados y sin fiscalización, es ingenuo, irresponsable, o demagógico, pretender que se extienda su implementación más allá de nuestras fronteras.

El grave problema de la migración indocumentada requiere que se redoblen esfuerzos y se ataquen las causas, y también las consecuencias. Se debe partir de la base de que los migrantes son personas, con dignidad, con derechos, y con necesidades, y plantear una solución a largo plazo.

No es sembrando arbolitos como lo vamos a resolver.

POR CECILIA ROMERO CASTILLO
COLABORADORA
@CECILIAROMEROC

CAR