Como al inicio de cada año, este 2022 hemos conocido varios estudios de universidades y consultorías sobre lo que nos espera durante los próximos doce meses. Los ‘Diez riesgos políticos para 2022’ de INTEGRALIA (México), y el ‘Riesgo Político América Latina 2022’, del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile (CEIUC), coinciden en su análisis. Si bien el primero habla sobre México, y el segundo sobre América Latina, es interesante ver cómo las expresiones ‘incertidumbre’ y ‘polarización’ son las que privan en la descripción de ambos estudios.
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La información que encontramos en estos análisis es por demás interesante. Sin embargo, el objetivo que persiguen las instituciones que los presentan va seguramente más allá de un divertimento académico, o de un esfuerzo organizado por enumerar datos y presentar probabilidades. Quienes presentan su trabajo profesional están haciendo una aportación, proponiendo una herramienta, para que los destinatarios la conozcamos y la aprovechemos en la medida de nuestras posibilidades y responsabilidades.
INTEGRALIA plantea como riesgo de muy alta probabilidad de ocurrencia el que ‘El presidente recrudece su política de movilización y polarización'. Por su parte el CEIUC dice ‘Los niveles de incertidumbre, volatilidad, riesgo político y polarización se mantendrán altos’. El análisis de los riesgos en México menciona los embates contra el INE, la discusión de la reforma eléctrica, las elecciones que tendrán lugar este año. El de América Latina incluye el cambio climático, las protestas sociales y la violencia, la crisis migratoria.
En ambos casos hay coincidencia en cuanto a la erosión democrática y la polarización política que subsistirán este año en México y en América Latina. El hecho de que el patrón que se presentas para México coincida con el de la región debe movernos a pensar en las razones por las que la democracia no se ha fortalecido en nuestros países, y en la deficiente organización social que prevalece.
El estudio del CEIUC menciona que 2022 inicia con tres crisis: de gobernabilidad, de expectativas, y de certezas. Estas crisis influirán desde los negocios y las inversiones, hasta la pandemia y las vacunas, y sin duda, las elecciones en que se renovarán presidencias en Brasil, Costa Rica y Colombia, y gubernaturas en seis estados en México.
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Ante esta realidad, debemos preguntarnos sobre la capacidad que tendrán gobiernos, iniciativa privada, partidos políticos y sociedad civil para enfrentarla. La combinación de factores puede generar un coctel explosivo, o un desánimo generalizado e inmovilizante, pero también una reacción valerosa, decidida, y generosa, con visión de futuro, con determinación y con firmeza.
INTEGRALIA advierte al inicio de su análisis: ‘Cabe señalar que riesgo no es predicción’. Los análisis nos muestran lo que puede pasar, los mexicanos decidimos lo que pase.
POR CECILIA ROMERO CASTILLO
COLABORADORA
@CECILIAROMEROC
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