PASIÓN POR CORRER

Ande yo caliente…

El frío puede desalentar hasta al corredor más disciplinado, pero lo cierto es que si se hace de la manera correcta puede convertirse en una experiencia gratificante

OPINIÓN

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Rossana Ayala / Pasión por Correr / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Aquel antiguo refrán popularizado por el gran poeta cordobés Luis de Góngora: “Ande yo caliente ríase la gente”, si bien lo aplicamos cuando queremos indicar que los comentarios o críticas de otros no nos afectan, incluyendo aquellos que se refieren a nuestra forma de vestir, en el caso de los corredores no es así. Vestirnos adecuadamente para correr es la clave de todo.

Cuando llega el invierno, las temperaturas más frías son un alivio para los corredores que viven en zonas calurosas y húmedas, pero para quienes vivimos en climas templados o extremos, esta época puede suponer un auténtico suplicio. Y es que el frío puede desalentar hasta al corredor más disciplinado, pero lo cierto es que si se hace de la manera correcta puede convertirse en una experiencia gratificante.

Lo primero que debemos entender es por qué debemos utilizar la cantidad adecuada de ropa. Una vez que el cuerpo entra en calor, la percepción de la temperatura es de 8 a 10 grados más de lo que marca el termómetro. Si afuera hay, por ejemplo, 9 grados centígrados, la sensación que tendrá el cuerpo después de calentar es de 17 grados. Por lo que si traes un exceso de ropa, empezarás a sentir mucho calor; te deshidratarás con rapidez, incluso puedes llegar a sufrir un golpe de calor ¿Cómo evitarlo? De ser posible calienta antes de salir de casa, así saldrás con la ropa apropiada.

Cuando baja la temperatura, el cuerpo tiende a mantener el calor en los órganos internos, por eso la superficie de la piel permanece fría y sudamos menos. Tener las manos y los pies fríos es muestra de que el organismo intenta mantener el calor dentro. Una vez que comenzamos a correr, la parte del tronco es la más cálida, mientras que la cabeza y las manos son las zonas por las que perdemos calor más rápido, así que hay que protegerlas con guantes y gorros.

Para el tronco vístete en “capas”. Prefiere varias prendas delgadas para que permitan el paso del aire, en lugar de una sola chamarra o sudadera muy gruesa. Si hay probabilidades de lluvia procura llevar un impermeable, pero mantenlo abierto mientras no llueva, para que puedas transpirar.

En caso de temperaturas muy bajas y con vientos, aplica vaselina o crema hidratante en cara y orejas para evitar que la piel se reseque y agriete. Procura correr en circuitos cortos cerca de tu casa o auto, de manera que te permitan guarecerte pronto, en caso de que el clima empeore.

Cuando corras en días con mucho viento, intenta correr contra el viento a la ida y tener el viento a espaldas de regreso. Es mejor evitar el viento de frente cuando estás sudado, porque te enfriarás más rápido y la sensación de frío será mayor. Recuerda que una vez acabe tu entrenamiento no sentirás frío, pero pasará rápidamente, así que lleva una prenda seca para cambiarte de inmediato. Al llegar a casa, disfruta de un baño con agua calientita o tibia.

La idea es que no pares de hacer ejercicio a pesar de las bajas temperaturas y evites gripes, resfriados o incluso una hipotermia. Disfrutar de estos días en familia estando sanos y felices es el mejor regalo para nosotros y los demás. Les deseo que pasen una Feliz Navidad. 

Gracias por todo lo que hemos compartido este año ¡Sigamos con nuestra Pasión por correr! 

POR ROSSANA AYALA

EEZ