Llama la atención el tercer aniversario de la victoria de López Obrador. Lejos del júbilo de 2018, al que se unieron millones de ciudadanos en calles de todo el país, en 2021 apenas alcanzó para un auto festejo a puerta cerrada (en el Auditorio Nacional), al que sólo asistió un puñado de incondicionales y pasó conspicuamente desapercibido –lo más relevante, de hecho, no fue la celebración del triunfo, sino el “destape” de una precandidata presidencial; y los abucheos que recibió el presidente nacional de Morena.
Llama también la atención que, a tres años de gobierno, el único logro concreto que puede presumir el lopezobradorismo siga siendo que ganaron las elecciones. Por eso, resulta curioso que, en el marco de este aniversario, el presidente haya dicho que su administración “está gobernando con hechos, y sobran las palabras”. Veamos.
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Bajo el actual gobierno, aproximadamente 10 millones de mexicanos han caído en la pobreza, y entre 6.1 y 10.7 millones en pobreza extrema (Coneval). El empleo también se deterioró: si tomamos como ejemplo 2019, para no contaminar el análisis con el choque por la pandemia, constatamos que ese año se crearon 50% menos empleos formales que en 2018. Desde que AMLO asumió la presidencia la economía se contrajo –también, previo al efecto Covid– y 2018-2021 será la peor primera mitad de un sexenio en 86 años (Cepal). Además, contrario a lo prometido, la deuda pública ha aumentado en 5 puntos del PIB (SHRFSP).
En seguridad, el gobierno decididó rendirse ante el crimen organizado y abandonar a la gente. Con más de 86 mil muertes acumuladas resultado de la violencia, (un promedio de casi 100 diarias), este será el sexenio más sangriento en la historia (SESNSP). En salud, se destruyó al Seguro Popular para crear el INSABI, que nunca ha servido; se arruinó el sistema de compras, lo que ha dejado a la gente sin medicinas contra enfermedades como el cáncer o el VIH, entre otras; y los errores en el manejo de la pandemia han costado hasta 600 mil vidas. Incluso en el tema central del lopezobradorismo hay retrocesos: seis de cada 10 personas piensan que hay igual o más corrupción que antes.
Contrario a lo que dice el presidente, y ante la ausencia de resultados, la retórica es lo único que sostiene al régimen. Todos los días hace propaganda en su “conferencia mañanera”, de las que ya van aproximadamente 650 ediciones. En lugar de los informes de gobierno tradicionales, AMLO ha decidido realizar nueve en lo que va de su gestión. O qué decir de sus innumerables videos de redes sociales, en los que aparece hablando de cosas tan relevantes como el agua de coco que se está tomando. En todos los casos, es mediante las palabras, en forma de insultos, mentiras, divisiones y provocaciones, que este régimen trata de ocultar su fracaso.
La triste realidad del lopezobradorismo –que es también su derrota histórica y moral –es que lo único que hoy mantiene a flote a su gobierno son los éxitos que heredó del “periodo neoliberal”, como el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, la infraestructura construida a lo largo de los años o el capital humano con que cuenta México. Si el país aún funciona, es gracias a las cosas que ya había antes y que este régimen (todavía) no ha destruido.
POR GUILLERMO LERDO DE TEJADA SERVITJE
DIPUTADO CIUDADANO EN EL CONGRESO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
@GUILLERMOLERDO
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