Marcelo Ebrard no es el único que ha dicho a sus cercanos que está listo y buscará competir por la candidatura presidencial en 2024.
El senador Ricardo Monreal hizo lo propio con su equipo de trabajo hace exactamente un mes, un día después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo excluyó de la primera lista de presidenciables.
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Entre molesto e impaciente, el 15 de junio por la noche, el zacatecano reunió a todo su equipo de colaboradores para decirles que éste era su último tren y se subiría para buscar la candidatura presidencial.
Entre los asistentes al encuentro convocado de última hora, se encontraban sus asesores, los responsables de comunicación social, sus abogados y expertos en temas electorales.
A todos les dijo que no sería un camino fácil, que no entrarían a una carrera de cien metros, sino a un maratón, a una carrera de resistencia, y era el momento de empezar, asumiendo el costo y el riesgo que esto representa para todo el equipo.
También les preguntó si estaban dispuestos a acompañarlo a en esta aventura y, que sí no era así, estaban en todo el derecho de expresarlo y bajarse cuando lo vieran pertinente.
Una vez que cada uno de ellos habló y le confirmó que se mantendrían en el equipo, uno por uno recibió una encomienda específica.
Todos salieron de la reunión con más trabajo del que ya tienen en la Cámara Alta y con la idea clara de que el doctor Monreal se metió “oficialmente” a la carrera presidencial. Esta vez lo vieron más convencido que en otro momento.
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Le quedó grande. Al hoy senador Gabriel García, ex coordinador de los superdelegados, se lo comió la estructura burocrática del gobierno y no tuvo los brazos ni tentáculos para ubicar estratégicamente los programas sociales de la 4T.
Esa fue la razón por la que AMLO lo removió del cargo el 24 de junio.
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El boom inmobiliario en Yucatán ha desatado la ambición de algunos empresarios de ese sector. Tal es el caso de Grupo Vive que pretende adjudicarse 300 hectáreas del campus de la Universidad de Chapingo en el estado, a un costo de 300 millones de pesos.
El meollo del asunto es que el costo de mercado es de casi 9 mil millones de pesos, lo que generaría una ganancia extraordinaria de más de 8 mil millones, en una sola operación.
Grupo Vive pertenece a un conglomerado de empresarios encabezados por “los Ponce” de Yucatán: Juan Manuel Ponce, vicepresidente nacional de la Canacintra; su hermano Fernando, actual presidente de la Coparmex en Mérida, y el papá, Fernando Ponce, que ha sido presidente de ambas representaciones empresariales.
¿Qué dirán los líderes de dichas grandes cámaras sobre este caso que a todas luces se percibe, por decir lo menos, inmoral? Veremos.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Ser Presidente se parece mucho a administrar un cementerio: hay mucha gente debajo de nosotros y nadie nos hace ningún caso”.
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ
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