A la oscura era de los “otros datos” nos acabó de meter el auditor superior de la Federación, David Colmenares, con la herida de muerte que propinó a la propia institución que dirige, al autodescalificar sus hallazgos de la revisión a la Cuenta Pública 2019, el primer año de la autollamada cuatroté.
El paquete de auditorías, entregado a la Cámara de Diputados, documentó irregularidades en prácticamente todas las dependencias, todos los programas y todas las obras emblemáticas de la administración del presidente Andrés López Obrador.
Por ejemplo, que cancelar el NAIM costó 331 mil 996 millones 517 mil 600 de pesos, cuando se dijo que serían 100 mil millones, es decir, tres veces más de lo estimado. La diferencia, 231 mil 996 millones 517 mil 600 pesos, equivale a más de 30 veces lo desviado en la Estafa Maestra.
O Jóvenes Construyendo el Futuro, que becó a 68 personas muertas y tuvo irregularidades por 57 millones de pesos; o Segalmex, que causó un daño al erario por 3 mil 300 millones de pesos. Pues bien, el auditor Colmenares echó por el desagüe todos esos hallazgos de escándalo a la basura.
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Luego de que sus descubrimientos fueron rafagueados con obuses cargados de “otros datos”, desde la trinchera presidencial, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) admitió “inconsistencias” en sus cálculos sobre el NAIM: “Al momento se ha detectado ya que dicho monto es menor a lo estimado inicialmente por una deficiencia metodológica’’.
Bastó eso para tirar a la basura todas sus auditorías, incluso las futuras mientras él permanezca al frente, porque dejó sin un gramo de credibilidad a la ASF y a su titular, que ni siquiera es capaz de verificar que sus informes tengan el rigor metodológico e institucional que amerita su investidura.
Implícitamente dio la razón a la cuatroté y sus cifras que sólo el presidente López Obrador dice tener en su poder, pero que nunca se han hecho públicas.
Lo más grave es que en el país no existe otra institución independiente para fiscalizar el gasto del gobierno; es decir el daño provocado por Colmenares va más allá de su persona y de la propia ASF, pues prácticamente exterminó la rendición de cuentas en México.
Y, peor aún, arrodilló al principal órgano de supervisión presupuestaria al imperio de los “otros datos”.
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EN EL VISOR: A “revisión especial” será sometida la designación de Rosario Piedra como titular de la CNDH, por parte del Subcomité de Acreditaciones de la Alianza Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos. Será del 14 al 24 de junio próximo cuando se examine si, en efecto, Piedra resultó electa en 2019 a través de un proceso plagado de irregularidades y hasta con conflicto de interés, como denunciaron ante el organismo internacional un grupo de organizaciones de la sociedad.
Por RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN.
RAYMUNDO.SANCHEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@R_SANCHEZP
avh