El próximo 5 de junio, las y los ciudadanos quintanarroenses tenemos una cita la cual no debemos olvidar, y es que, una parte fundamental de la democracia, es la manifestación en las urnas. La emisión del voto de toda la ciudadanía renovará en Quintana Roo la gubernatura y el Congreso; 25 curules estarán en disputa: 15 diputados por la vía de Mayoría Relativa y 10 ocuparán su curul por la vía de Representación Proporcional.
Como Organismo Público Local, sabemos que cada proceso electoral conlleva una serie de particularidades que representan un enorme reto, y este Proceso 2021- 2022 no es la excepción.
En primer lugar, uno de los retos al que nos enfrentaremos, y que no es exclusivo de los próximos comicios, es la pandemia del COVID-19: llevar a cabo cualquier actividad masiva en contexto de pandemia representa un enorme desafío, y las elecciones son una actividad que logran mover una gran cantidad de ciudadanos y ciudadanas.
Es por ello que todas y todos los servidores electorales llevamos y nos apegamos a estrictas normas sanitarias, sumado a lo anterior, contamos con la experiencia del Proceso Electoral Local 2020-2021, en el cual se emitieron distintas determinaciones para garantizar no sólo una elección apegada a la legalidad, sino también al cuidado de la salud de la ciudadanía.
En segundo sitio, ineludiblemente tenemos que hablar de un factor determinante en cada proceso electoral: la participación ciudadana que ayude a enfrentar el abstencionismo que se presenta en cada jornada electoral, ya que como sostiene Nohlen (2004) un abstencionismo marcado genera una percepción de poca legitimidad, y no únicamente hacia los o las candidatas electas o los organismos públicos, sino hacia la democracia en su conjunto.
Atender Salud Mental y Adicciones, el saldo de la Pandemia
Gómez-Tagle (2019) afirmó que no todas las elecciones son iguales para los electores, ya que se exhibe un comportamiento totalmente diferenciado en función del tipo de elección, sea a la gubernatura, ayuntamiento o legislación local.
En este sentido, las sinergias que se crean con las organizaciones de la sociedad civil, con los partidos políticos, instituciones educativas, medios de comunicación y entes públicos, son pieza clave para invitar a la ciudadanía a ejercer su voto y elegir a quienes serán sus gobernantes.
En conclusión, la democracia requiere sumar esfuerzos, profesionalización y compromiso que permitan llevar a cabo procesos electorales que se desarrollen con paz y tranquilidad, tal como ha acontecido en Quintana Roo en los últimos años y que permiten una transición pacífica del poder.
POR MAYRA SAN ROMÁN CARRILLO MEDINA
Consejera presidenta del Instituto Electoral de Q. Roo Uno es la pandemia por COVID-19 y el segundo es la participación ciudadana para enfrentar el abstencionismo en cada jornada electoral
@MAYRASANROMANCM
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