El l deterioro del ambiente, cambios en los roles de género, ideales, valores familiares y una visión de éxito en la vida hicieron que, en dos décadas, más mujeres eligieran voluntariamente no ser madres, tanto que la natalidad descendió hasta en 23 por ciento en 24 años, de acuerdo con datos de la UNAM; sin embargo, esta decisión aún no está bien vista por toda la población.
“Sabía que no quería ser madre desde mucho antes de casarme y, no te miento, fui al menos con tres especialistas antes de poder hacérmela (la ligadura de trompas), porque siempre te intentan convencer para que tengas hijos. Creo que es una decisión propia”, mencionó Bertha Quezada, una sinaloense de 53 años de edad.
Al respecto, Omar Rocha, médico del IMSS, en el Estado de México, explicó que es un requerimiento médico insistir a la mujer no practicarse el protocolo hasta los 35 años, y pensar bien su elección, pues muchas familias se arrepienten después.
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De acuerdo con el Inegi, el aumento en los métodos anticonceptivos fue de dos puntos porcentuales en cuatro años y las entidades que se mantienen a la cabeza en dicha materia son Sinaloa, Baja California y la Ciudad de México, con índices mayores a 78 por ciento de su población fértil con algún tipo de método anticonceptivo, mientras que, a nivel nacional, es de 73 por ciento, aunque sólo 6 por ciento de las mujeres usa un procedimiento permanente.
No obstante, el Día de las Madres se mantiene como una de las principales festividades en México, tanto que aún hay jóvenes, como Karla Juárez, mexiquense de 25 años de edad, que se convirtieron en madres a corta edad y quiere otro bebé. “Las críticas siempre están. Si tuviera 30 estaría bien visto (…) Elegí ser madre a los 24, lo elegí, no fue un descuido.
Todavía quiero más hijos, quiero ser una mamá joven, poder disfrutar, correr y jugar con mis hijos, por eso lo elegí”, destacó. En tanto, Olga Collado, socióloga de la Universidad Autónoma del Estado de México, reveló que, en la sociedad, la baja fertilidad va de la mano con el envejecimiento de las personas y el aumento de la carga fiscal para el pago de pensiones y atención de la salud, algo que ya empieza a notarse en México.
Por Frida Valencia
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