El ritmo de vida en la actualidad parece ir más de prisa año con año y con la pandemia del Covid-19, parece que sea gravó en gran medida. Para ello, las personas se han visto en la necesidad de recurrir a diversos métodos para poder sobrellevar su día a día que por lo regular están llenos de estrés y ansiedad. Uno de ellos es el Mindfulness.
Para empezar hay que resaltar que esta técnica no es nada novedosa, aunque así lo parezca por la moda, pues data de aproximadamente 2 mil 500 años y se adoptó de las tradiciones budistas. Está relacionada con la espiritualidad y con el acto de la meditación. Cabe destacar que esto no tiene nada que ver con ninguna religión.
El Mindfulness tiene como objetivo mejorar la calidad de vida. Es un método para conseguir la atención plena, centrándonos en lo que está sucediendo “aquí y ahora”, aceptándolo sin más, sin intentar cambiar, ni juzgar nada. Su significado es plena consciencia. La idea es concentrarse en lo que sucede en nosotros mismos y nuestro alrededor sabiendo renunciar a las distracciones.
¿Cómo se practica el mindfulness?
Encuentra el momento tranquilo del día: Ya sea por la mañana, tras despertar o antes de acostarte, al final de la jornada laboral. También puede ser después de comer.
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Elige un lugar relajado: Busca un espacio libre de ruidos y distractores con una temperatura adecuada. El objetivo es sentirse a gusto.
Céntrate en la respiración: Concéntrate en sentir cómo el aire entra por tu nariz y circula hasta tus pulmones. Esta acción nutre de oxigeno a tu cuerpo; siente como sale de nuevo por la nariz. Piensa en cómo esta simple, pero vital acción provoca que salga todo lo negativo de ti. Es necesario que no pierdas la concentración en tu respiración
Permite que aparezcan pensamientos y emociones: Cuando esto ocurra, debes mantener una actitud neutral hacia ellos, no debes juzgarlos. Obsérvalos de manera impersonal.
¿Cuáles son las ventajas del mindfulness?
La práctica diaria (como mínimo media hora) de mindfulness diaria alivia los síntomas de trastornos como la depresión o la ansiedad. Incluso podría tener efectos positivos en la percepción del dolor. También podría tener mejoras en la memoria, la capacidad de concentración, la autoconciencia y la inteligencia emocional.
Por si fuera poco se le asocia con la optimización de los recursos del sistema inmune (algo necesario para estos tiempos donde nos amenaza una pandemia).
Con información deI IEPP y la Sociedad Mindfulness y Salud
lhp