Tras sus primeras apariciones como figura de la realeza británica, Lady Di, la princesa de Gales, fue reconocida a nivel internacional como un ícono del altruismo y hasta de la moda. Después de un noviazgo muy breve, Diana contrajo matrimonio con Carlos, el hijo mayor de la reina Isabel II; este fue uno de los eventos más importantes del momento, pues contó con más de 750 millones de espectadores.
Sin embargo, a pesar de las altas expectativas que el mundo tenía respecto a ese matrimonio, la pareja se separó en 1992, lo que también ocasionó una serie de rumores que terminarían por comprobarse tiempo después. Considerada como una de las mujeres más importantes en la historia, Diana continúa siendo una figura llena de mitos y ha generado curiosidad incluso en las personas más jóvenes, especialmente por su repentina muerte en un accidente de tránsito el 31 de agosto de 1997.
¿Cómo celebraba su cumpleaños?
De acuerdo con Roberto Devorik, amigo cercano de la princesa, a Diana no le gustaba celebrar su cumpleaños, pues era motivo de sentimientos opuestos. En una entrevista con ¡HOLA!, Roberto aseguró que esta fecha le recordaba la infelicidad de su infancia, provocada por la ausencia de su madre; misma que abandonó a su marido y a sus hijos para huir con Peter Shand Kydd cuando ella solo tenía seis años.
Diana decía que el día no era más importante que el resto de los días, pues siempre se podía celebrar algo. Sin embargo, se cree que esto era únicamente porque no tuvo muchos cumpleaños durante su niñez. Cuando formó parte de la familia real, su forma favorita de pasar el día era en compañía de sus hijos, Guillermo y Enrique. Como eran muy pequeños, la princesa solía ir por ellos a la escuela y pasaba la tarde con ellos. Otra de las rutinas de este día especial era pasar momentos en compañía de su padre y su hermana mayor.
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Después de su divorcio
A pesar de haber sido siempre muy reservada, cuando se divorció del príncipe Carlos, Diana gustaba de compartir almuerzos en compañía de sus amigos más cercanos en el Palacio de Kensington o en alguno de sus restaurantes favoritos, entre los que se encontraban San Lorenzo y Le Caprice. Durante los últimos años de su vida, según lo que contó su amigo en la entrevista, a Diana le gustaba pasar la noche de su cumpleaños en una gala solidaria, pues siempre tuvo un gran espíritu altruista.
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