En el territorio actualmente conocido como la Ciudad de México, se fundó la capital de los aztecas: Tenochtitlán, una ciudad cuya historia se mezcla con la mitología, la cultura prehispánica y la magia. Durante su época de esplendor, fue conocida como la ciudad más grande de su tiempo.
El mito de su fundación es conocido por todas las personas que habitamos el país, pues la historia se ha transmitido de generación en generación. Sin embargo, hay datos ocultos, igual de fascinantes que la narración del águila posada sobre un nopal devorando una serpiente.
Se estima que en Tenochtitlán habitaban casi 300 mil habitantes tan solo en los límites de la ciudad. Para 1519, se calcula que el total de personas en el territorio ascendía a 700 mil.
Ciudad de plata
Fue la primera ciudad en el mundo en garantizar la educación, a pesar de las diferencias que existían entre los conocimientos que poseía la nobleza y aquellos que se le enseñaban al pueblo. Sin embargo, todos los jóvenes tenían una profesión.
Los edificios, las calzadas, las casas y los templos eran de color blanco. Toda la ciudad lucía inmaculada debido a que se utilizaba cal para aplanar las construcciones. Por esta razón, los españoles pensaron que era una ciudad hecha de plata pura.
El poder de Tenochtitlán solo se mantuvo durante 200 años. A diferencia de civilizaciones romanas que se construyeron a lo largo de siglos, esta ciudad implementó en muy poco tiempo sistemas educativos, económicos y de gobierno eficientes para el desarrollo total de su territorio.
El pueblo logró dominar Mesoamérica
Se prohibía la gestión de cualquier cargo público para los comerciantes, pues se pensaba que sus acciones estarían enfocadas únicamente en un beneficio personal. Además, los cargos públicos se obtenían por méritos y reconocimientos de la sociedad.
En Tenochtitlán se desarrolló un sistema de islas artificiales que se conserva hasta el momento en algunas partes de Xochimilco: las chinampas. Estas representaron innovaciones significativas para cultivar la tierra, pues la cantidad de abono y agua que necesitaban las plantas ya no representaba un problema.
Innovaciones sin precedentes
Las especialidades médicas que se desarrollaron en la época eran desconocidas en muchas ciudades del mundo. Algunas de las más relevantes fueron la quiropraxia, la cirugía, la herbolaria y la psicología.
La construcción de Tenochtitlán sobre un lago pantanoso fue posible gracias a la colocación de corrales sumergidos con una especie de troncos unidos que proporcionaban una base firme.
En el territorio, además, había dos posibilidades para que las personas se transportaran: caminando por las calles y plazas o en canoas, para lograr atravesar los canales de la ciudad y llegar a sus destinos.
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