Siempre es una buena noticia encontrar organizaciones y actores quienes —desde la sociedad civil— se preocupan por expresar y aportar a la conversación sobre la educación pública.
Sin duda estas manifestaciones visibilizan la necesidad de impulsar acciones como sociedad para que las niñas, niños y adolescentes ejerzan plenamente su derecho a recibir una educación de calidad que les posibilite su desarrollo pleno en el mundo que les toca vivir y transformar.
Mexicanos Primero ha observado con interés este fenómeno creciente. Numerosas organizaciones y actores externan en sus páginas, análisis y documentos, sus puntos de vista sobre las políticas y líneas estratégicas a las que se requiere dar atención.
Este incremento en la conversación es atribuido, en parte, a los procesos electorales que experimentará a nivel mundial casi 50% de la población. En consecuencia, durante algunos meses nos hemos dado a la tarea de realizar un mapa que sistematice la conversación para encontrar así los aspectos básicos donde hay coincidencia, así como las áreas de oportunidad donde requeriríamos alimentarla.
Las voces convergen en un aspecto fundamental: Nuestras niñas, niños y jóvenes hoy no reciben en las escuelas la educación de calidad que necesitan, al menos no en la medida que requieren para desarrollarse plenamente y enfrentar los retos presentes y futuros.
Hay un consenso claro en que nuestro sistema educativo público enfrenta numerosas carencias que repercuten directamente en los procesos que se dan las aulas y las escuelas, justo donde cotidianamente se realiza el derecho a estar, aprender y participar.
En este esfuerzo nos preguntamos si esta conversación nos permite orientar las decisiones educativas para nuestro país. De las 31 organizaciones obtuvimos casi 240 propuestas y temas para atender la educación en todos sus niveles.
Los más significativos señalan la urgencia de aumentar el financiamiento para asegurar un servicio educativo que promueva la igualdad de oportunidades y zanje las brechas en los aprendizajes de NNA que se han profundizado como consecuencia de la pandemia de 2020 y que aún no logramos recuperar.
Pero, así como identificamos líneas comunes tales como el financiamiento, el regreso de las Escuelas de Tiempo Completo, un énfasis en atender la primera infancia o la preocupación por incluir el aprendizaje de la tecnología, igualmente observamos una clara necesidad de escuchar las voces de los actores fundamentales en el proceso educativo: los docentes y los estudiantes.
Sin duda los temas abordados y las propuestas los incluyen y tendrán efecto en su futuro inmediato o en el ejercicio cotidiano de su profesión. Pareciera que no los hemos escuchado lo suficiente. Allí se encuentra una importante ventana para quienes aportamos a la educación como agente indispensable para el crecimiento de las personas.
Como reflexión en esta recopilación, observamos la necesidad de apuntar como área de oportunidad el que las organizaciones y actores reconozcamos la importancia de hacer explícita una necesidad compartida hacia el avance de la agenda de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible 2030 (ODS), firmada por nuestro país en el año 2000 junto con 189 naciones.
Conviene justo en este momento de la conversación nacional y de cara a los procesos de la elección más grande en nuestro país, recordarnos que en los próximos seis años nos comprometimos, entre otras metas, a garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, eliminando las disparidades, fomentando el enfoque de género e impulsando el financiamiento que ponga como prioridad la inversión en educación.
Es con esta mirada que lograremos, con las voces de actores y de la sociedad civil en su conjunto, entregar las mejores condiciones para que las niñas, niños y adolescentes ejerzan plenamente su derecho a estar, aprender y participar en la escuela.
POR ALEJANDRA ARVIZU FERNÁNDEZ
COORDINADORA ESPECIALISTA EN ANÁLISIS ESTRATÉGICO
EEZ