MEXICANOS PRIMERO

La Importancia de los Datos en la Política Educativa: Education at a Glance

Los datos son como una brújula. Panorama de la Educación identifica problemas y oportunidades

OPINIÓN

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Alejandra Arvizu Fernández / Mexicanos Primero / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

En Mexicanos Primero, valoramos y somos, como equipo, un caleidoscopio de opiniones y perspectivas. Nuestras especialidades y experiencias personales hacen que cada colaboradora y colaborador aporte su propia visión cuando discutimos y analizamos la educación en México, tanto sus oportunidades como sus desafíos. Sin embargo, cada análisis personal parte siempre de una misma premisa: la realidad que nos señalan los datos. Los datos nos dicen cómo van las cosas, no como nos imaginamos que van. Los datos, cuando están bien tratados, no se mueven con nuestras preferencias o ideologías; son simplemente la realidad y nos dicen: ¡aquí hay algo! A veces, los datos son señales de buenas noticias, otras tantas de realidades difíciles, pero son siempre guía, y es nuestro trabajo prestarles atención.

El problema es que en México, cada vez tenemos menos datos. No se actualizan con regularidad, tienen menos rigor en su levantamiento y, en algunos casos, se han borrado totalmente. Esto nos deja a la deriva, ya sea en nuestro papel de ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil, tomadores de decisiones o profesionales de cualquier índole. Corremos el riesgo de tomar decisiones a ciegas, sin información sólida, riesgo que se ha agudizado en los últimos años.

Hace apenas unas semanas, en Mexicanos Primero estábamos a la expectativa porque existía la posibilidad de perder una herramienta más para entender la educación en México: el informe anual de la OCDE llamado “Education at a Glance” (Panorama de la Educación), pues el gobierno federal decidió dejar de invertir en la obtención y análisis de datos sólidos generados por terceros, al menos en educación; afortunadamente, esta vez, el flujo de datos continuó y la OCDE incluyó a México en su informe.

Panorama de la Educación nos da información clara sobre la asistencia, permanencia e inversión en los diferentes niveles educativos, que va desde la educación inicial hasta la superior en México. Por ejemplo, en educación obligatoria nos muestra la edad en la que estamos perdiendo estudiantes. En México, la mayor pérdida se registra entre los 15 y los 17 años cuando las y los estudiantes se encuentran en el nivel medio superior. Esta información es crucial para empezar a investigar y entender por qué las y los adolescentes abandonan la escuela; los datos nos dicen por dónde empezar.

En las ediciones recientes de este informe, hemos visto mejoras en la transición de secundaria a preparatoria, un momento crítico donde solíamos perder a muchos estudiantes. Aunque hemos progresado (lentamente), todavía enfrentamos el desafío de brindar las condiciones necesarias para retener a las y los estudiantes entre los 16 y 17 años en la escuela. Algo está pasando. ¿Son problemas económicos? ¿Necesitamos revisar si las becas funcionan o necesitan ajustes? ¿Debemos hacer la educación más interesante? ¿Necesitan más apoyo emocional? Tal vez debemos invertir en aumentar la presencia de estos perfiles dentro de las comunidades educativas. Necesitamos respuestas, sí, pero que estas nazcan de datos fiables; que los investigadores y tomadores de decisiones cuenten con herramientas sólidas de las cuales partir.

Exijamos que las decisiones políticas se basen en datos, no en suposiciones. Invertir en datos e investigación no es un gasto, sino una inversión en el futuro de nuestra comunidad. La educación es gratuita, pero también tenemos derecho a que sea de calidad y se encuentre en constante mejora.

Los datos son como una brújula. Panorama de la Educación identifica problemas y oportunidades. Aprovechemos estos datos para fortalecer nuestro sistema educativo y hacerlo más justo. Juntos, podemos mejorar la educación y construir un mejor futuro. Demandemos que las decisiones se tomen con información sólida, y así, transformaremos nuestra política educativa para bien.

POR ALEJANDRA ARVIZU FERNÁNDEZ

COORDINADORA ESPECIALISTA EN ANÁLISIS ESTRATÉGICO

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