MEXICANOS PRIMERO

Día naranja para estar, aprender y participar en la escuela

Llamamos a erradicar las violencias que sufren las niñas, adolescentes y mujeres en entornos escolares

OPINIÓN

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Jeny Farías / Mexicanos Primero / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Cada 25 de noviembre, la sociedad civil internacional, se une para exigir un alto a la violencia contra las niñas y mujeres en el mundo. Este movimiento se ha denominado Día Naranja y surge en 1981 convocado por la Organización de la Naciones Unidas (ONU) y en memoria de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, activistas dominicanas que fueran asesinadas por orden del entonces presidente de su país Leónidas Trujillo.

 Se eligió el color naranja porque evoca al futuro brillante que deberían de tener todas las niñas y mujeres en un entorno en el que se garantizan sus derechos.

Y precisamente pensando en ese futuro brillante, desde Mexicanos Primero nos toca hacer un especial llamado a erradicar todas las violencias que sufren las niñas, adolescentes y mujeres en entornos escolares y que se manifiestan dentro y fuera de las aulas. Cero tolerancia a la violencia física, verbal y sexual en todas las escuelas, pero también a otras violencias simbólicas que tienen su origen en tradiciones o estereotipos que permiten la persistencia de la brecha de género. 

Todas las niñas tienen derecho a estar en la escuela en trayectorias completas; a aprender contenidos significativos a sus vidas y sus entornos, y a participar en su proceso educativo y en las decisiones que se toman en sus escuelas. Sin embargo, la realidad está todavía apartada de esto, teniendo como ejemplos descriptivos mas no limitativos: el abandono escolar por matrimonio en algunas comunidades rurales, la interrupción de la trayectoria escolar por embarazo adolescente, el reforzamiento de la idea de que las áreas científicas o matemáticas no son para mujeres, la obligación del uso de falda en el uniforme, la ausencia de equipos deportivos femeninos (como futbol) en muchas escuelas, la falta de insumos básicos para atender la gestión menstrual, la falta de educación e información adecuada en este tema, baños inadecuados para garantizar higiene y seguridad para las niñas y un largo etcétera. 

Por ello, es necesario exigir que las políticas públicas, los planes de estudio, libros de texto, presupuestos de gasto y todas las acciones de las autoridades educativas se lleven a cabo o se planeen con perspectiva de género, con apartados específicos para atender todas estas violencias reales y presentes en la actualidad. 

Y reflexionar que es también desde la educación tanto en la escuela como en casa, donde se trasmiten los valores que podrían combatir el machismo, el sexismo y la desigualdad, propiciando la inclusión, la tolerancia y la no discriminación, combatiendo estigmas o ideas pre concebidas de asignación de tareas o roles por género. 

Nos compete a todas y todos propiciar un mundo en el que se erradique la violencia ejercida contra mujeres y niñas, y la educación es uno de los puntos de partida más importantes. Tengamos esto en cuenta. 

Jeny Farías

Directora de Proyectos en Mexicanos Primero

@jenyca

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