PASIÓN POR CORRER

La hora de la verdad: ¡fuerza a todos!

Te has perdido de fiestas y reuniones, porque había que madrugar para entrenar, pero, sobre todo, has acumulado experiencia y cientos de kilómetros en tus piernas

OPINIÓN

·
Rossana Ayala / Pasión por Correr / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hay quien dice que pararse en la línea de salida de un maratón es el momento en el que inicia la fiesta. En realidad, es el principio del fin. La aventura inició meses, años atrás, tal vez una vida y desde el día que decidiste correr 42.195 kilómetros hasta hoy, han pasado muchas cosas, has hecho muchos sacrificios, has entrenado con calor, frío, lluvia, te has perdido de fiestas y reuniones, porque había que madrugar para entrenar, pero, sobre todo, has acumulado experiencia y cientos de kilómetros en tus piernas.

Faltan cinco días para el Maratón de la Ciudad de México, y después de tanto trabajo y tiempo dedicados a prepararte para el gran día, ahora no es momento para cometer errores o hacer disparates que tiren por la borda tantos meses de arduo entrenamiento. Desde una mala hidratación y alimentación, falta de descanso, exceso de entrenamiento, hasta estrenar ropa el día de la carrera, pueden llevarte a no obtener los resultados esperados y por los que tanto has luchado.

Si se trata de tu primer maratón, el mejor consejo es olvidarse de las marcas. Si bien hay que contar con una estrategia clara para la carrera, el principal objetivo debe ser llegar a la meta en las mejores condiciones posibles. Alguna vez escuché lo siguiente: “El día de la carrera de tu marca solo se van acordar tu mamá y tu, al día siguiente ni tu mamá se va a acordar”. Así que céntrate en cruzar la meta sin lesiones y sintiéndote bien.

Hidrátate desde ya. El agua hace efecto entre 15 y 20 minutos después de beberla, así que aunque no sientas sed, más vale tomar unos tragos porque no sabes cómo irás dentro de esos 15 ó 20 minutos. Un consejo que me dio un entrenador y que me funcionó es que durante la carrera alternara un vaso de agua con un vaso de bebida isotónica y jamás me saltara un punto de hidratación, aún cuando trajera geles o pastillas de sal.

En cuanto a la alimentación, si durante los meses anteriores has estado comiendo de una manera determinada, no hay por qué cambiar. Si acaso debes aumentar los carbohidratos como lo recomiendan los nutriólogos. El desayuno previo no es tan importante como se cree por que el cuerpo tarda horas en digerir el alimento y transformarlo en energía. Tendrías que levantarte a las 3 de la mañana a desayunar para que lo pudieras aprovechar, por ello es que debes cuidar lo que comes las últimas cuarenta y ocho horas, especialmente la del día previo, puesto que será la mayor fuente de energía que tendrás durante la carrera.

En su libro “Correr es vivir a tope de power: Lecciones vitales a golpe de zapatilla”, Cristina Mitre explica que aumentar los carbohidratos hace que aumenten los depósitos de glucógeno (forma en la que se almacena la glucosa en el cuerpo) y también el estado de hidratación. Para guardar un gramo de glucógeno, necesitamos algo más de tres gramos de agua. Así que aumentando la ingesta de frutas y cereales podemos llenar el depósito de gasolina y aumentar nuestro estado de hidratación.

El día de la carrera date unos 15 minutos para calentar e ir al baño, sigue tu plan y no te dejes influenciar por lo que hace el resto. Lleva a tu porra de amigos y familiares, saber que van a estar en distintos puntos ayuda mucho, porque vas con la ilusión de verlos. Ponte de acuerdo para que lleven un globo o algo que los distinga y que puedas ver desde lejos, y dedica tu esfuerzo a alguien, esta práctica te hace menos duro en los momentos difíciles y te ayuda a seguir adelante. Mis carreras las dedico a mi esposo, a mis hijos, a mi madre y también a mi padre, aunque él no lo sepa, porque se fue antes de saber de esta afición mía, y en él en quien pienso en los momentos duros de una carrera.

En este momento el mejor entrenamiento que puedes llevar a cabo es descansar, si te antoja trotar unos kilómetros para sacar los nervios, está bien, pero sin exagerar, el trabajo ya está hecho y solo queda disfrutar el principio del fin de esta apasionante aventura que es correr un maratón. ¿Estás listo? Porque en unas horas, el domingo a las 7 de la mañana cuando estés en la línea de salida, nervioso pero contento, asustado pero decidido, preparado pero inseguro, habrá llegado el momento de la verdad y tomarás un camino sin retorno: el de los corredores que se prueban a sí mismos, a su fuerza física, pero también a su voluntad y a su corazón en los 42 kilómetros más duros, pero los más gloriosos de tu vida.

POR ROSSANA AYALA

AYALA.ROSS@GMAIL.COM
@AYALAROSS1

PAL