Se ha hecho cotidiano un ejercicio que nos lleva a perder el significado de las palabras pues la diferencia entre lo que se dice y se hace produce la pérdida de sentido entre las palabras y lo que se debe o puede entender de eso que se dice. Esa situación va minando la credibilidad en unos y en otros hace crecer la confusión y se favorece la manipulación.
POR SALVADOR CERÓN
ECONOMISTA
@accresponsable
dza