Mientras que en Europa, Estados Unidos y Canadá ya están en alerta por la tercera oleada de Covid-19, en México todavía no salimos del segundo, ni primer pico; la situación en los hospitales y centros de salud se ha agravado por dos situaciones, por la falta de medicamentos, que conlleva a el rezago de tratamientos y cirugías; y a ahora se requieren de mayores recursos, los jóvenes de 19 a 38 años son quienes están enfermando.
El enemigo parece no dar tregua, la variante Delta de Covid-19 ya circula entre la población, ya hay casos en Jalisco, San Luis Potosí y algunos médicos del sector privado afirman que en la Ciudad de México también; lo más preocupante es que la población joven, la que sale a trabajar, la que forma parte de la población económicamente activa, se está enfermando más rápido por este virus y a diferencia de los adultos mayores, requieren de más días de hospitalización (12 días en promedio).
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El ISSSTE de Luis Antonio Ramírez, tiene previsto el riesgo que implica la variante Delta, sus 114 hospitales atenderán a pacientes Covid-19, pues desde la Secretaría de Salud ya les han advertido que en agosto próximo se espera un nuevo pico.
¿Cómo se prepararon? con sus propias compras de medicinas; salieron al mercado a comprar a precio de menudeo con farmacéuticas de México, Corea, India y China, son compras de pánico, debido a que la UNOPS, oficina de la ONU, que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó la compra total de medicamentos, ha sido un fracaso, ya llevamos más de 6 meses y no se ha concretado la compra consolidada.
Luis Antonio Ramírez dice que de las 3 mil claves o fármacos que se requieren a nivel nacional, 40% buscaron por debajo de las piedras y han sido adquiridas para atender a sus pacientes; claro ninguno de los fármacos que compraron fueron a PISA, farmacéutica mexicana con la que el gobierno ha decidido entablar una guerra.
Pero parece que el remedio salió más caro que la enfermedad, México le pagó a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios y Proyectos (UNOPS) de la ONU, 2 mil millones de pesos y la realidad es que lleva 11 meses al frente de la adquisición de medicinas para el país y lo cierto es no se ha logrado comprar ni el 40% de los medicamentos.
Ya hay una lista faltante enorme de fármacos para combatir y tratar el SIDA, cáncer, vacunas; eso sí esta oficina adquirió millones de pastillas de paracetamol en China, que al final acaban por no resolver el problema real del país. Es un verdadero desastre el tema de las medicinas.
Funcionarios de alto nivel del gobierno dicen que la idea de meter a la ONU en el tema de medicamentos fue de Juan Ramón de la Fuente, quien le sugirió al presidente irse por este camino. La realidad es que este organismo carece de sensibilidad y de conocimiento de la industria.
Usted juzgue somos, más del 20% de la población fallece por temas cardiacos, somos de los primeros tres países con mayor índice de obesidad en adultos y niños; además de que más de la mitad de la población no cuenta con un servicio médico. ¿Cuál va a ser su destino?, haga cuentas, ya viene esta tercerola y al menos en el ISSSTE hay poco más de 35 mil que no se han hecho por la pandemia.
POR ENGGE CHAVARRÍA
PERIODISTA
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