COLUMNA INVITADA

Dadme a vuestros rendidos

“Dadme a vuestros rendidos, a vuestros desdichados”, es la frase icónica de “El Nuevo Coloso”, emblemático poema de Emma Lazarus

OPINIÓN

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Juan Luis González Alcántara / Columnista invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

“Dadme a vuestros rendidos, a vuestros desdichados”, es la frase icónica de “El Nuevo Coloso”, emblemático poema de Emma Lazarus, inscrito en el pedestal de la Estatua de la Libertad en la ciudad de Nueva York, y cuya exhortación se ha convertido en la representación por excelencia del “sueño americano”, que año con año invita a quienes buscan una mejor vida.

Nuestro continente es una tierra de migrantes. Nuestra identidad latinoamericana es la suma de las culturas que han venido a coincidir, a lo largo de la historia, en un mismo lugar.

La migración trae grandes cambios, expone a las sociedades a nuevas ideas y formas de vida, y las obliga a replantear las viejas.

Es un proceso que renueva y fortalece, pero que también genera tensión y ansiedad.

La presentación, el 25 de junio, del nuevo Protocolo para Juzgar Casos que Involucren Personas Migrantes y Sujetas de Protección Internacional, de nuestra Suprema Corte de Justicia, es un justo tributo a estas personas que muchas veces lo arriesgan todo por una vaga e incierta promesa de una vida mejor; y nuestro país, como el corredor migratorio más grande del mundo, tiene un deber ante la comunidad internacional de convertirse en referente para el respeto a las personas migrantes.

Este protocolo, además de una guía para orientar a los tribunales, debe servir como una herramienta de difusión y sensibilización para autoridades y ciudadanos, y para los propios migrantes, reconociendo la incertidumbre de su situación y los prejuicios que aún subsisten, y que es nuestro deber erradicar.

Así, lo primero es reconocer que el migrante no es uno solo: es una infinidad de rostros, cada uno con su historia y condiciones particulares que exigen protección especial, como es el caso de quienes por su edad, género, discapacidad o raíces indígenas pueden ser y son habitualmente victimizados durante su viaje.

Pero también debemos mirar hacia el futuro, identificando tendencias preocupantes, como el crecimiento del tráfico de personas o las crisis precipitadas por el cambio climático, y que forman un contexto inseparable de este fenómeno.

Es por ello que, al tiempo que debemos aplaudir esta notable iniciativa, debemos igualmente permanecer con la guardia en alto ante estos nuevos retos, desplegando todas las herramientas de la modernidad para afrontarlos con humanidad y valentía.

POR JUAN LUIS GONZÁLEZ ALCÁNTARA
MINISTRO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

dza