Al cumplirse un año del arribo del coronavirus a Jalisco, los tapatíos siguen peleándose con el cubrebocas, se les olvida al salir del hogar. En las calles aún se ve a personas que se niegan a utilizarlo, a pesar de la advertencia del cobro de multas municipales.
El Heraldo de México entrevistó a varias personas que viven o trabajan en la Zona Metropolitana de Guadalajara, muchos reconocen que a pesar de los meses que han trascurrido y que se han vivido restricciones de movilidad y de horario, la rutina se ha transformado y siguen intentando adaptarse a una ‘nueva normalidad’.
“Ha sido muy difícil en cuestión del trabajo y el movimiento, las limitaciones de las salidas. El trabajo bajó mucho, pero se ha mantenido y nos ha ayudado a tomar más valor en cuestión de la salud, cuidar más a los familiares, a los padres y a los abuelitos. Soy fontanero electricista, muchos se resguardaron, no nos dejaban entrar a los fraccionamientos. Muchas obras se pararon y nos afectó económicamente”.
Otros reconocen que la pandemia de COVID-19 los ha entristecido, se han enterado de muertes de vecinos, familiares y amigos. Sin embargo, este año los ha obligado a valorar: la salud, el trabajo y la familia.
“Ha cambiado, muy triste, todo ha cambiado mucho. Las ventas sobre todo han caído. Mucha enfermedad”.
Se le cuestionó a la señora María si ya se acostumbró a usar el cubrebocas en su vida cotidiana.
“No muy bien. Me estorba mucho, pero ni modo qué vamos a hacer, tenemos que usarlo para poder protegernos de esta cosa que está ahorita. Todavía se me olvida, y me acuerdo cuando ya estoy en la calle y me regreso por él, sino no me dejan entrar a ningún lado, ni subirme al camión”.
Cabe mencionar que Jalisco en la última semana reporta una disminución en el número de contagios, decesos, ocupación hospitalaria y enfermos graves.
La positividad de las pruebas realizadas por el Sistema Radar Jalisco es del 20.5 %, en ninguna región del estado supera el 35 % de ocupación hospitalaria general. La ocupación hospitalaria bajó del 28.8 al 22.7 % y la ocupación de camas UCI bajó del 45.3 al 37.7 por ciento.
Por Adriana Luna
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