El presidente de EU, Joe Biden, exhortó ayer a los gobernantes del mundo a que se le unan y compartan vacunas contra el COVID-19 con las naciones pobres, luego de que prometiera que donaría 500 millones de dosis para acelerar el fin de la pandemia y reforzar la posición estratégica de las democracias más ricas del orbe.
En un discurso previo a la cumbre del Grupo de los Siete en Inglaterra, Biden anunció el compromiso de Estados Unidos sobre las vacunas, que se sumarán a las 80 millones de dosis que su país habrá entregado para fines de mes.
Señaló que tanto a Estados Unidos como al mundo le convienen que las dosis estén disponibles de forma amplia y rápida.
“Estamos haciendo esto para salvar vidas, para poner fin a esta pandemia, y no más”, apuntó.
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Por su parte, los líderes del G7 se comprometerán a distribuir mil millones de vacunas contra el virus a los países de bajos recursos, con el objetivo de "poner fin a la crisis sanitaria" en 2022, anunció el gobierno británico.
Los líderes mundiales, que se reunirán desde hoy hasta el domingo en el suroeste de Inglaterra, "deben anunciar que proporcionarán al menos mil millones de dosis de vacunas contra el coronavirus, compartiéndolas y financiándolas", afirmó Reino Unido, que tiene la presidencia rotatoria del grupo.
Además, agregó que deben "establecer un plan para ampliar su producción y cumplir este objetivo".
En tanto, el presidente francés Emmanuel Macron pidió a las empresas farmacéuticas que donen a países desfavorecidos 10% de las dosis vendidas.
MAAZ