Tras el confinamiento por la pandemia, el regreso a las fuentes de trabajo presenciales ha disparado el reporte de algunos malestares mentales, como el burnout o el estrés. Pero una pareja de investigadoras de la escuela de medicina Weill Cornell de Nueva York parece tener una clave para contrarrestarlo.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista científica Nature, tener amigos en el trabajo no solo ayuda a la salud mental, sino que permite laborar mejor, ser más productivos e incluso terminar las responsabilidades más rápido.
“Pasamos más horas en el trabajo que en casa, así que desarrollar relaciones y amistades allí es esencial. Laborar en un ambiente remoto o híbrido ha minado las interacciones informales”, detallan Lola Brown y Ruth Gotian, autoras del estudio.
Tener amigos en el trabajo ayuda a sentirse identificado y comprometido con las metas que se proponen en el día a día, por lo que impulsa el desarrollo empresarial, señalan las investigadoras que destacan que es responsabilidad de cada persona intentar mejorar sus relaciones interpersonales y no esperar que esto sea una política de la empresa.
Una red de apoyo
En paralelo, un análisis realizado por la firma Gallup destaca que aquellos equipos en donde existe un lazo de confianza más personal puede funcionar de una mejor manera que en los grupos donde el trato es meramente profesional.
“Hay muchos factores detrás de la creciente importancia de tener un mejor amigo en el trabajo. Para muchos empleados, la pandemia causó experiencias traumáticas y otras dificultades profundas. Estos trabajadores encuentran el apoyo emocional y social de sus mejores amigos en el trabajo más crítico que nunca para ayudarlos a sortear estos tiempos difíciles.
“Otros trabajadores que realizan sus labores de forma remota o híbrida se mantienen bien informados y conectados a su equipo mediante su mejor amigo. Así, un empleado puede preguntarle con confianza a su amigo alguna duda ‘tonta’ sin necesidad de sentirse apenado”, detalla el documento.
De acuerdo con Gallup, aquellos trabajadores que no tienen buenos amigos en el trabajo suelen aislarse con mayor frecuencia, lo cual redunda en una menor productividad y una mayor posibilidad de desarrollar algún problema de salud mental, como el estrés o el burnout.
“Los empleados que tienen amigos en el trabajo poseen mayores probabilidades de comprometerse con el trabajo, hacer más en menos tiempo, crear un lugar de labor más seguro, innovar, compartir ideas y ser más felices”, señala.
En el estudio también resalta que este tipo de trabajador suele cambiar menos de empleo y tener una mejor opinión de su centro de trabajo, impulsando con ello la compenetración con la marca y, por ende, su compromiso.