La menopausia es uno de los procesos inevitables en la vida de las mujeres y personas menstruantes, y aunque la característica principal es dejar de menstruar también comienzan a presentarse otros síntomas que pueden ocasionar malestar y molestias como es el caso de los bochornos, insomnio y cambios de humor. Afortunadamente, existen algunas acciones que se pueden poner en práctica con las que los efectos secundarios no serán un problema.
En especial si se trata de los molestos bochornos, pues aunque la menopausia tiene una larga lista de síntomas, uno de los más comunes es sentir sofocones en varios momentos del día, en especial cuando se realizan algunas actividades y por las noches, cuando se intenta dormir. Algunas personas que ya han pasado por este proceso afirman que sentirse de esta forma también afecta el ciclo del sueño, por lo que también puede detonar el insomnio.
Es por ello que en esta ocasión compartimos las acciones más efectivas con las que se puede combatir este malestar; cebe destacar que de ponerse en práctica, quienes sufren de esta molestia notarán una disminución del síntoma y podrán evitarlo con mayor facilidad. Pues además de sentir la sensación de bochorno, se pueden presentar otras señales como sudoración excesiva o enrojecimiento en el rostro y cuello.
Cuida la cantidad de ropa que usas
Aunque la menopausia puede ocurrir en cualquier momento del año, una recomendación es vestir de forma ligera y con piezas de algodón que te ayuden a transpirar si es que inician los sofocones. Mientras que en aquellas ocasiones en las que lleves más de una capa de ropa, como puede ser durante el invierno, lo ideal es ir quitando algunas de las capas, según la intensidad del bochorno.
Aprende a controlar las crisis
Los expertos afirman que el estrés también puede detonar uno o más síntomas de la menopausia, por lo que tienes que aprender a controlar los factores que te provocan preocupación y cuando los síntomas se presenten, identificarlos y no querer que pasen desapercibidos, sino prestarles atención y darle al tiempo varios minutos de relajación. En casos como estos incluso puedes recurrir a técnicas como la meditación o la respiración diafragmática que te ayudarán a controlarte mejor.
Mantente en lugares frescos
Por otro lado, para evitar este síntoma de calor repentino e intenso, puedes apostar por salir a caminar si es que el aire está fresco, o bien, buscar otras alternativas para refrescarte como encender un ventilador o tomar algo frío. Asimismo, evitar lugares cálidos puede ser de mucha ayuda.
Cuida tu peso
De acuerdo con el estudio "Una intervención conductual intensiva para la pérdida de peso y los sofocos en mujeres", las personas con sobrepeso u obesidad tienden a presentar bochornos más molestos, pero cuando se inician cambios en el estilo de vida que fomentan la pérdida de peso, se tiene como resultado "una mejora en los sofocos en relación con el control".
Cuida lo que comes
Esta quinta recomendación no significa hacer dieta, pues aunque bajar de peso es importante para prevenir los bochornos, también es importante señalar que hay algunos alimentos y bebidas que pueden detonarlos, así que debes prestar especial atención a lo que comes y que posteriormente trae este síntoma a tu cuerpo.
Algunos ejemplos de los que se sabe que pueden detonar los bochornos son la cafeína, el alcohol y los alimentos con picante; así que si notas que están provocándote sofocones lo mejor será evitarlos. Por otro lado, cuando detectes que tu cuerpo está reaccionando, puedes beber un poco de agua fría o con hielos para tratar de aliviar el malestar y refrescarte.
¿Qué es la menopausia?
De acuerdo con el sitio especializado, Medline Plus, "la menopausia es la época de la vida de una mujer en la cual deja de tener menstruaciones" y normalmente ocurre después de los 45 años, pues es el periodo en el que los ovarios dejan de producir ciertas hormonas, como el estrógeno y la progesterona.
Los primeros síntomas para detectar que el cuerpo está entrando en la menopausia son cambios de las menstruaciones, bochornos, sudoración nocturna, problemas para dormir, sequedad vaginal, cambios de humor y dificultad para concentrarse; sin embargo, se considera que una persona entró en este proceso hasta que no ha tenido un período menstrual por un año.
Aunque con las acciones anteriores, así como algunos hábitos diarios, es posible controlar los síntomas de este proceso del cuerpo, hay casos en los que los profesionales de la salud recomiendan iniciar tratamientos con hormonas; sin embargo, en estos casos la atención debe ser personalizada y evitar la automedicación.
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