Los tacones siempre se han coronado como el calzado perfecto que cualquier mujer desea usar tanto para sus looks más casuales como para los más formales y elegantes; sin embargo, no todos los cuerpos son capaces de lucirlos con estilo sin que surja algún dolor, ya sea por alguna lesión o por la edad.
Porque aunque los tacones lucen increíbles y estilizan la figura, no podemos negar que algunos diseños son un dolor, ya sea por el alto del tacón o por la forma del zapato, la comodidad no está para nada presente y además puede traer afectaciones como daños en la espalda y los pies, sobre todo en aquellas personas mayores de los 40 años.
Ante ello, te compartimos todos los secretos de moda en calzado que necesitas saber para poder seguir luciendo zapatillas preciosas sin poner en riesgo tu salud con daños que vayan incrementando con el paso de los años, pues nunca esta de más recordar que se ha comprobado que la columna vertebral puede sufrir daños por el uso prolongado de los tacones.
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Y es que aunque otorgan una imagen perfecta a quien los usa, el usar zapatos con tacón también modifica la correcta postura del cuerpo tanto para mantener el equilibrio como para poder aguantar el peso sólo en una parte del pie y no en la planta completa. Estos y otros factores más se deben tomar en cuenta si tienes más de 40 años y si no quieres despedirte de los tacones es importante que conozcas cuáles son los mejores consejos para que cuides tu espalda.
Evita el uso diario de tacones
Los expertos de salud siempre han recomendado dejar las zapatillas para ocasiones especiales como pueden ser fiestas o eventos importantes, ya que como te adelantábamos, el uso prolongado de los tacones puede traer dolores en la espalda y pies que además requieran de alguna intervención quirúrgica.
Asimismo, si los llevas a la oficina, lo mejor es buscar otras opciones que tengan tacones más cortos y diseños más cómodos para el cuerpo. Ahora bien, es importante que tengas en cuenta que si toda tu vida has usado este tipo de calzado y a tus 40 quieres comenzar a dejarlos, lo hagas poco a poco para que no lastimes tus músculos ni mucho menos tu talón ya acostumbrados a una cierta posición.
Y si eres de las que considera que los looks sólo se ven perfectos con zapatos altos, las nuevas tendencias e iconos de la moda, como Kris Jener, han confirmado que hasta el atuendo más cara se ve magnífico con tenis u otro tipo de calzado con suela plana.
Úsalos sólo si no pasarás mucho tiempo de pie
Por otro lado, debes evitarlos a toda costa si tu rutina diaria exige que estés por mucho tiempo de pie, ya que aunque las primeras dolencias empiezan en la planta de tus pies, con el paso del tiempo los daños se extenderán a las rodillas y a la espalda.
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Cambia el alto de tus tacones
La mejor forma de llevar tacones después de los 40 años es comenzar a cambiar el alto de los tacones y no por eso decimos que tengas que despedirte de los de más de 10 centímetros de alto, sino que juegues con los tamaños y los vayas mezclando según la ocasión. Aunque si no quieres perder el estilo, y quieres lucir este tipo de calzado todos los días, la altura perfecta del tacón debe ser de dos a cuatro centímetros.
Por otro lado, trata de escoger aquellos zapatos que tengan tacones anchos, pues también son perfectos para evitar lesiones.
Las plataformas serán tu mejor aliado
Si quieres evitar daños en tu espalda trata de evitar las zapatillas con suelas delgadas y stilettos, pues la inclinación del pie es aún mayor y con el paso del tiempo, poco a poco el daño comienza a expandirse.
Es por ello que si de tacones altos se trata, la mejor alternativa es buscar zapatos con plataformas en la base de la punta, ya que te harán lucir más alta sin que tu postura sufra tanto como con unos high heels. Asimismo, puedes optar por las sandalias que tienen una plataforma que se extiende de punta a punta.
Libera las tensiones en los pies
Otras alternativas que seguramente ya conoces son las almohadilla de gel o colocar cintas en los dedos que son los secretos más comunes para las mujeres que usan tacones, ya que ayudan a aliviar las tensiones en el pie y por lo tanto prevenir dolores y lesiones en otras partes del cuerpo.
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