La vitamina D es un micronutriente con un amplio abanico de funciones que inciden directamente en nuestra salud y pueden ser adquiridos a través de fuentes externas o de la alimentación cotidiana. Entre las funciones más importantes se encuentra la regulación de los niveles de calcio y fosfato porque promueve la absorción intestinal de estos a partir de la ingesta de comidas basada en productos lácteos, huevos y pescados grasos.
También ejerce influencia sobre la médula ósea, cerebro y células malignas. Inclusive se ha descubierto que la vitamina D actúa sobre el sistema inmunológico y puede ser vital en su combate contra el coronavirus ya que entre sus funciones se destaca la modulación de la respuesta inmune. En consecuencia, su ingesta a través de la alimentación y los rayos del sol será crucial vital para la salud, especialmente en aquellas personas de tercera edad.
La vitamina D aporta tonicidad muscular, siendo fundamental para los deportistas de alto rendimiento, como así también para aquellas personas que realizan actividad física de forma recreativa. Tener una alimentación saludable incorporando este micronutriente será importante, además, porque su ausencia puede incidir en las distintas condiciones de diabetes, hepatitis e infecciones respiratorias.
“Con la edad, la piel disminuye la eficiencia para sintetizar la vitamina D, además que hoy es poca la población que se expone al sol, ya sea por miedo o las pocas posibilidades de estar al aire libre. No obstante, el sobrepeso también juega en contra ya que este nutriente podría ser ´secuestrado´ por el tejido graso, sin poder circular a través de nuestro organismo”, expresó la especialista Paula Molina, química farmacéutica.
Finalmente profesionales de la salud recomiendan tener una alimentación donde se incorporen productos con vitamina D como leche, yogurt, yema de huevo, salmón, palta y champiñones y así mejorar nuestra salud. Esto se deberá potenciar con la actividad física al aire libre ya que ahí aprovecharemos los rayos de sol.