'Cruella', la película de Disney sobre los primeros años de la villana de los ‘101 Dálmatas’, se ha unido a una tendencia de películas que buscan invitar a la simpatía por los villanos. En este caso es una diseñadora de modas que quiere matar y despellejar cachorros, pero que se humaniza para conmover al público.
Otra de las películas que han tomado este giro es ‘Joker’ protagonizada por Joaquin Phoenix, donde plantean el pasado del personaje para entender por qué es el villano que conocemos. Esta tendencia se da en parte porque existe una fascinación de las historias que retratan el origen del mal.
En la película la joven Estella (el nombre real de Cruella) está marcada desde el principio como una marginada por su apariencia antinatural, con el cabello de dos colores. Es brillante pero sus compañeros le hacen ‘bullyng’, al igual que a la adolescente con poderes telequinéticos 'Carrie' de Stephen King.
El personaje de Cruella en realidad es el alterego de Estella, el cual usa para vengarse de su jefa, quien mató a la madre de la protagonista. Este es un recurso que se ha utilizado para catapultar a los personajes en el lado oscuro. Como Anakin Skywalker, quien con la muerte de su amada Padmé, se transforma en Darth Vader.
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Y así, como Luke descubre que en realidad Vader es su padre, Estella también descubre que su némesis es en realidad su madre biológica, es decir, la Baronessa, es decir la verdadera villana de la historia. Por supuesto, siendo parte de Disney, Cruella no daña a nadie, ni a los perros de la Baronessa, ni a ella misma aunque esté enfocada en su venganza, lo único que hacer es superarla en los shows de moda.
La historia es predecible, es la misma fórmula que hemos visto anteriormente en cientos de personajes oscuros, al ver la excusa de por qué se ha convertido en ese ser. Además, hacer un spin-off de una obra ya conocida es una tendencia que pueda reducir el riesgo de que una película fracase. Por eso, la saga ‘Rápido y Furioso’ ya tiene 9 diferentes entregas.
Estas películas más oscuras también tienen como objetivo lograr prestigio para géneros considerados juveniles: superhéroes, fantasía y animación infantil. Al pretender contar historias complejas y realistas, estudios como Disney intentan competir en el mercado de transmisión de contenido.
AV