En el último año, el salario de los trabajadores del sector primario aumentó 14 por ciento, al pasar de tres mil 800 pesos mensuales a cuatro mil 350 pesos en promedio, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Las personas empleadas en el sector de la agricultura, cría y explotación de animales, así como del aprovechamiento forestal, pesca y caza, fueron consideradas como esenciales, por lo que, a pesar de la pandemia por el COVID-19 nunca pararon.
“El sector primario es uno de los más castigados en términos salariales, pero es también uno de los pocos que se ha beneficiado con los incrementos al salario mínimo, al menos para los que están en el sector formal”, comentó el director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, Héctor Magaña.
Hay una gran disparidad de quienes se emplean en la industria, pues 88.5 por ciento son hombres y ganan un promedio mensual de cuatro mil 500 pesos, mientras que 11.5 por ciento son mujeres, con un salario de tres mil 180 pesos.
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El aumento al salario de quienes trabajan en el campo ha sido insuficiente, pues de acuerdo con la Confederación Nacional de Productores de Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), en los últimos dos años, 12 por ciento de la población que trabaja y explota el campo lo ha abandonado, de los cuáles cuatro de cada 10 a emigrado a las ciudades.
Además, del total de la población ocupada, sólo 22.6 por ciento son trabajadores formales con un salario promedio mensual de siete mil 420 pesos, mientras que 77.4 por ciento son trabajadores informales con un salario de tres mil 450 pesos mensuales.
Por Laura Quintero
PAL