Al cobijo de su nombre nació la revolución del boxeo. Este 30 de mayo se conmemora el aniversario 90 del nacimiento de Don José Sulaimán (qepd), quien dedicó su vida a proteger a aquellos que se calzan los guantes y muerden los bucales en busca de escribir su historia entre las cuerdas.
Ciudad Victoria, Tamaulipas vio nacer el 30 de mayo de 1931, a Don José Sulaimán; días antes, el presidente de la Unión Americana Herbert Hoover inauguró el Empire State en Nueva York (1 de mayo de 1931) y en México se estrenaba, en el Teatro Colón, la primera película hablada con música y baile que se grabó en nuestro país (6 de mayo de 1931): ‘El Águila y el Nopal’.
Pero desde el noreste mexicano, se gestaba el ingenio del hombre que guiaría la evolución del deporte de los puños. Las puertas de los gimnasios le dieron la bienvenida desde muy pequeño, pues fue boxeador amateur, entrenador, árbitro y promotor; en 1947, con sólo 16 años de edad, ya formaba parte del Consejo de Boxeo en San Luis Potosí y desde entonces, en esa carrera en ascenso, procuraba acompañar el camino de los pugilistas mexicanos, entre ellos a Raúl ‘Ratón’ Macías quien estaba por representar a México en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952; por años Sulaimán Chagnón estuvo pendiente del desarrollo de los pugilistas amateurs.
En 1968 se integró a las filas del Consejo Mundial de Boxeo y el 5 de diciembre de 1975, en la convención del organismo realizada en Túnez y, tras su paso por las distintas aristas del encordado, se decidió a hacer cambios sustantivos en beneficio de los pugilistas, por su salud y la justicia.
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En temas de salud, durante su liderazgo frente al CMB redujo de 15 a 12 la cantidad de asaltos en peleas por título mundial; promovió la incorporación de una 4ª cuerda al ring, para reducir lesiones en la cabeza; el CMB fue el primer organismo que hizo exámenes antidoping obligatorios; en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) promovió un área de investigación para reducir lesiones en la cabeza; se prohibieron los guantes de seis onzas y en estos implementos se diseñaron los guantes con dedos separados, para evitar desprendimientos de retina; se incorporó la ceremonia oficial de pesaje 24 o 36 horas antes del combate; también los pesajes mandatorios, 30 días y 7 días previo a la función.
En estrategias de justicia, durante su era se instauró la revisión de tarjetas al término de los rounds 4 y 8, tener un seguro de vida médico, la revisión de combates por medio del video y la creación de las peleas mandatorias, para que los Campeones Mundiales enfrenten, por requisito del organismo, a un rival con merecimientos para acceder al cetro de la división.
Pero fuera del ring fue también visionario. Creó el programa humanitario del CMB ‘WBC Cares’ para apoyar e impulsar distintas causas en todo el mundo y fue un continuo y solidario admirador del sudafricano Nelson Mandela, en su lucha a favor de los derechos civiles y contra el Apartheid.
Su era vio el brillo de Muhammad Ali, como de Julio César Chávez. Al primero le rindió un homenaje en 1983 y en 2012, durante la Convención del Consejo Mundial de Boxeo en Cancún, coronó al icónico pugilista como el Rey del Boxeo; a aquella cita acudieron también los renombrados promotores Don King y Bob Arum. En aquella Convención se dio también su última reelección, en un mandato que debió concluir en 2016, pero el 16 de enero del 2014, a los 82 años de edad, falleció en Los Ángeles, California.
PASADO Y PRESENTE
- En su gestión, la pelea Chávez vs. Haugen, récord con 136 mil fans (E. Azteca, 20/02/1993).
- Su hijo Mauricio es el actual presidente del CMB, quien estará al frente hasta 2024
- En la era de Don José Sulaimán frente al CMB, el 20 de febrero de 1993, se realizó la pelea entre Julio César Chavez y Greg Haugen, con la mayor asistencia en la historia mundial para una función boxística: 136 mil asistentes en el Estadio Azteca.
- 1931, para los guerreros del ring
- Además del nacimiento de Don José Sulaimán, en ese mismo año nacieron: los promotores Don King (21 de agosto) y Bob Arum (8 de diciembre).
POR KATYA LÓPEZ CECILLO
MAAZ