Jet lag es un término que se usa con frecuencia para hablar de los viajes con gran diferencia horaria porque su traducción al español es “desfase horario” o “descompensación horaria”. Un dato curioso es que este término igual sirve para hablar de un fenómeno que numerosas personas viven, aunque no realicen este tipo de viajes: el jet lag social.
Qué es el jet lag social
Este se presenta cada semana cuando las personas tienen dos horarios extremadamente diferentes, es decir, el horario laboral y el horario de fin de semana. En este caso, el primer horario (laboral) hace referencia a los días que se trabajan, mientras que el segundo horario (fin de semana) se vincula con los días libres.
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Cómo se presenta el jet lag social
De esta manera, el jet lag social es una realidad para los empleados llamados “godines” -ya que suelen trabajar de lunes a viernes (o, en su defecto, hasta el sábado, cumpliendo media jornada)- y para quienes descansan entre semana o uno de los dos días de fin de semana. Por ende, la población en general sufre las consecuencias de este fenómeno.
Por ejemplo, de lunes a viernes, numerosas personas se despiertan entre las 7 y 7:30 de la mañana para acudir al trabajo a las 9. Por esta rutina, suelen acostarse a dormir entre las 10 y 10:30 de la noche. Sin embargo, los sábados y domingos duermen hasta más tarde (algunas rozando el mediodía) para reponerse de las salidas sociales, sobre todo si son nocturnas.
Problemas contra la salud
La mayor afectación que produce el jet lag social se relaciona con el cambio de horario, ya que se interrumpen los patrones de sueño porque las personas tienen un ritmo y estilo de vida diferente los días que trabajan y los días que descansan. Por lo mismo, el reloj del cuerpo resiente este cambio, desatando una ola de problemas.
De acuerdo con un estudio realizado por el Consejo de Investigación Médica de Reino Unido y el Instituto Nacional para el Envejecimiento de Estados Unidos, “vivir en contra de nuestro reloj biológico puede contribuir a la aparición de disfunciones metabólicas y de sus consecuencias”.
En sí, el jet lag social afecta a la salud en general porque se asocia “con una salud más pobre, enfermedades de corazón, peor estado de humor y una mayor fatiga y somnolencia”, expone un estudio efectuado por la revista Sleep, indica BBC Mundo.
Cómo evitar el jet lag social
Debido a que el jet lag social surge del estilo de vida, la clave para resolverlo es que las personas regulen sus horarios, evitando que haya una diferencia abismal entre su rutina habitual y la de los días libres. También se recomienda que procuren tener una rutina, es decir, dormir bien, comer bien y hacer algo de actividad física.