Cuando todo se pone difícil, cuando las puertas se cierran, cuando hay que sacar la casta, cuando hay que demostrar de lo que estás hecho, cuando hay que crear un impacto, ahí es justamente en donde tenemos que sacar a nuestra fuerza interna. Esto incluye hombres y mujeres.
En el argot actual, utilizamos distintas palabras para denotar fuerza de diferentes maneras. A veces de manera ofensiva y despectiva para describir a una persona muy difícil, arrogante o dura. Pero depende del contexto porque algunas pueden tener connotaciones positivas como para referirse a alguien valiente, decidida, fuerte y que destaca por su actitud. Esa es a la que yo me refiero. Esa es la fortaleza que llevamos dentro que tenemos que sacar cada vez más. Quien sabe lo que es, lo que vale, lo que merece. La que no se conforma.
Ahora bien, no podemos andar con la energía afuera todo el tiempo. Lo que se necesita es tener momentos de empoderamiento. Y hay veces que para tenerlos debemos empezar de afuera hacia adentro, para creérnosla, para asumir el papel. Te explico. La fuerza no sólo es, sino que se ve, se siente. Tiene otra energía. Para ser empoderada hay que parecerlo. ¿Y cómo se ve?
Se ve guapa, pero no bonita nada más, porque como decía María Félix, Q.E.P.D., la reina de las empoderadas por excelencia, “hay que saber ser guapa”, “si uno está guapo por dentro, naturalmente se refleja y embellece el exterior”.
¿Y cómo ser guapa/o?
1. Para ser guapa/o necesitas tener confianza en ti mismo. Esto es clave para proyectar una imagen segura y atractiva. Así que descubre tus miedos y trabájalos, confróntalos, es la única forma de desactivarlos.
2. No tengas miedo de ser auténtico/a. Sé tú mismo. No hay nada más atractivo que ser real.
3. Ten sentido del humor. Lo cual no quiere decir ser un bufón. Pero el saber reírte de situaciones cotidianas es una buena herramienta para conectar con los demás.
4. No te olvides de la amabilidad y empatía. Acuérdate que lo cortés no quita lo valiente y siempre es mejor ser recordado por tu exceso de educación que por la falta de ella. Trata a todos con respeto siempre.
5. Ten una mente abierta, dispuesta a aprender y a escuchar sin enjuiciar.
6. Postura. Tu postura dice mucho más de ti que lo que crees. Tiene un impacto en tu salud emocional y un impacto en lo que comunicas de ti a los demás. Una buena postura mejora tu apariencia física haciéndote lucir más segura, más alta y elegante. Así que, mientras más nervioso estés por dentro, pon más atención en tu postura.
7. Cuida tu apariencia física. Lo pongo en último lugar porque ser guapa no se trata solamente de belleza. Pero el cuidar de tu físico, hacer ejercicio, alimentarte bien, cuidar tu piel, vestirte con ropa que vaya en armonía con tu cuerpo, maquillarte y peinarte, son solamente herramientas que contribuyan a que proyectes la mejor versión de ti y seas percibido/a como tal.
Lo más importante es creértela. Trabaja en ti, a diario. Haz cosas que te hagan sentir bien, trabaja tus miedos y frustraciones. Solo confrontando a nuestros demonios podemos manejarlos y no dejar que nos controlen. Una perra se quiere, se cuida, se procura, no como un acto de egoísmo, sino de subsistencia. El capricho millonario de toda empoderada es su bienestar emocional y físico.
POR BRENDA JAET
MAAZ