PANORAMA SOCIAL

La trampa de la fama: Mujeres y hombres enredados en la telaraña de las redes sociales

Un fenómeno complejo, glamorizado por la sociedad y que se puede convertir en un arma de dos filos

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Un fenómeno complejo, glamorizado por la sociedad y que se puede convertir en un arma de dos filos Créditos: Foto: Pixabay

No sé tú, mi querido lector, pero yo de chiquita soñaba con crecer y ser famosa. Veía a mis ídolos de ese entonces: Farah Fawcet, Brooke Shields, Olivia Newton John, María Félix, Jackie Kennedy, y me imaginaba sus glamorosas y excéntricas vidas. ¡Qué interesantes se veían todos saliendo con sus lentes oscuros a la calle, ignorando a los paparazzi! ¡Uff! Ahora que vemos los documentales de sus vidas, vemos que la fama es una moneda de dos caras.

Dicen que todos tendremos 10 minutos de fama en esta vida. Algunos anhelan tenerla, otros no. Muchos buscan ser famosos a cualquier precio. La fama es un capricho millonario. Obtenerla por las razones incorrectas puede ser un pesar que puede terminar con la vida.

En esta búsqueda de validación externa sin responsabilidad social, la mentalidad es superficial y materialista. En la sociedad de hoy, que se mueve por las redes sociales, las personas buscan esta validación externa, admiración y reconocimiento por medio de likes y comentarios. Constantemente viven comparándose con los demás en cuanto a su estilo de vida, logros y apariencia, buscando así ser valorados por los otros y por sí mismos basados en estos “valores”.

La fama es un fenómeno complejo y a menudo glamorizado en la sociedad moderna. Sin embargo, detrás del brillo y el supuesto glamour de la fama, existe una vulnerabilidad significativa que se tiende a pasar por alto, como exponerte a ser blanco de envidias y ataques, la falta de privacidad, intrusión a la vida personal, acoso, especulación sobre la vida privada y constante atención en general. Lo cual puede dificultar el tener una vida equilibrada y saludable, y llegar a afectar el bienestar mental y físico.

La validación externa es algo normal que buscamos todos los seres humanos en menor o mayor grado para sentirnos bien con nosotros mismos. Esto no es nuevo, viene de generación en generación. Lo que sí es nuevo son las formas mediante las cuales podemos recibir esta validación.

Con la aparición de las redes sociales la retroalimentación es casi inmediata y podría parecer real. Esto es un arma de dos filos, podría parecer que se nos motiva a seguir adelante con una supuesta aceptación de lo que hacemos, alentándonos a repetirlo, cuando a veces estamos confundiendo el morbo, la curiosidad, burla y humillación que se traduce en likes por aceptación. Me acuerdo, durante la pandemia, de un chico del colegio de mis hijas haciendo un live en el cual estaba borracho, hablando mal en contra de sus padres y haciendo “tonterías”, peligrosas para él y su salud.

Él creyendo que tantas personas viéndolo validaban lo que hacía, le daban la valentía para seguir adelante, cuando en realidad eso era todo lo contrario. Por eso cuando la gente pregunta que si alguien tiene seguidores en las redes, la pregunta debería ser: ¿Por qué lo siguen? ¿Porque inspira, porque provoca risa o porque provoca lástima?

POR BRENDA JAET

MAAZ