Cuando preparamos caldo de pollo se produce una espuma blanca que comienza a flotar en la superficie. Alguna vez te has cuestionado qué es lo que la provoca y por qué se debe quitar, aquí te sacaremos de la duda.
El pollo, como varios alimentos es de origen animal, es una fuente rica en proteínas que al cocinarse comienzan a liberar coágulos. Estas proteínas comienzan a aparecer en el agua una vez que entran en altas temperaturas. Esto provoca que se junten con la grasa y se disuelvan en el centro provocando una espuma de color blanco.
Al dividirse, las proteínas se desnaturalizan y se manifiestan de esta manera lo que puede hacer que se altere el sabor del platillo o provocar dolores de estómago.
Truco para evitar malos sabores
Es por eso que cuando notes que esta espuma se está formando en el caldo de pollo debes retirarla de la olla ya que el alimento se puede echar a perder de manera apresurada.
Uno de los trucos para evitar esta espuma es poner a cocer el pollo primero y así dejar que el agua caliente retire el exceso de proteína.
Aunque la espuma aparezca en la olla que has seleccionado podrás quitarla y colocar el pollo precocido lo que favorecerá el buen sazón del caldo sin exceso de proteína o mal sabor.