MUJERES, S.A.

¿Aún soñamos con ser rescatadas?

El sueño común de generaciones enteras de mujeres ha sido ser rescatadas por un príncipe azul que nos proteja y nos lleve de la mano a una vida mejor. Con el empoderamiento femenino, esto ya quedó en el pasado ¿Verdad?

OPINIÓN

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Claudia Luna / MUJERES, S.A. / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Escribir esta columna ha sido difícil. Entrar a discutir un tema tan profundamente personal implica riesgos, sin embargo, en esto creo que vale la pena polemizar.

Hay ciertos conceptos sociales que tenemos tan internalizados que se vuelven, sin saberlo, parte integral de quienes somos como mujeres y como profesionistas. Están tan encarnados que muchas veces nos cuesta reconocerlos en nosotras mismas.  Uno de estos conceptos es el síndrome de la dama en apuros.  Esta narrativa ha sido una constante en la cultura popular, desde los cuentos de hadas hasta las películas contemporáneas. Parte del arquetipo de una mujer vulnerable que necesita ser rescatada por un hombre fuerte y valiente (y, crucialmente, con la intención de rescatar a su amada). En épocas modernas el arquetipo es una mujer no tan vulnerable, pero que de todos modos requiere de la intervención de un hombre para su última salvación en virtud de su propia insuficiencia. 

Desde pequeñitas, muchas de nosotras hemos sido socializadas para valorar la delicadeza, la vulnerabilidad y la dependencia emocional. Nos han enseñado que la llegada del príncipe azul es condición indispensable para la felicidad y la seguridad. Hemos internalizado tanto esta idea que a veces sentimos que nuestro valor y seguridad dependen de la protección y del rescate de un hombre. Un ser idealizado mezcla de una figura paterna y un caballero en brillante armadura que puede vernos tal cual somos y decide elegirnos y salvarnos de nuestros demonios personales. Esto no sólo sucede en casa, también sucede en el ámbito profesional cuando no tomamos el toro por los cuernos, pedimos lo que queremos y dejamos de esperar que el jefe note lo maravillosas colaboradoras que somos. 

Nuestro caballero nos rescata de un mundo incierto. ¿Cuál es el problema? Encuentro un ramillete:

Esta concepción crea una dinámica de poder en las relaciones de género donde la rescatada asume un papel de subordinación. Esto es caldo de cultivo para relaciones desiguales con dependencias emocionales y económicas donde la autonomía femenina se ve comprometida. Se merma la seguridad de la autosuficiencia. Quienes se identifican con este arquetipo pueden encontrar difícil establecer límites saludables y tomar decisiones independientes. Las mujeres se ven reducidas a un papel secundario, de apoyo, en la vida de sus parejas. 

Sentir que necesitas ser rescatada y que tu destino no está en tus manos pone la responsabilidad de tu vida en las manos de alguien más cuando tu vida es tuya, la responsabilidad es tuya también y sólo tú tienes agencia sobre tu propio destino. Si tu seguridad depende de un tercero y ese tercero falla, no tienes paracaídas de repuesto. No te pongas en esa posición de absoluta vulnerabilidad.

Asumo que debe ser muy reconfortante sentirse arropada por alguien, pero cuida que ello no te robe de autonomía e independencia. Cuida que sea una herramienta de creatividad y libertad y no un corte a tus alas. 

Ahora bien, no abogo por rechazar la colaboración o el apoyo en las relaciones, sino más bien redefinir esos términos en igualdad de condiciones, donde ambas partes se ven como iguales capaces de contribuir de manera equitativa. Las verdaderas sociedades donde ambos miembros son pares y abogan y actúan en beneficio de ambos es uno de los mejores instrumentos de éxito que conocemos. Sé tu propio héroe y si quieres, invita a alguien maravilloso a compartir tu historia, no por necesidad, sino por puro gusto.

El papel protagónico de tu vida lo tienes tú. No lo cedas, no tomes un lugar secundario. Además, honestamente, Galahad se fue hace mucho y andamos en sequía de príncipes azules y caballeros en armadura.

POR CLAUDIA LUNA
FUNDADORA DE THINK PINK
thinkpink.mx


 

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