Es un hecho que, en los últimos años, la aceptación de la comunidad LGBT+ ha avanzado notablemente. Cada vez más países aprueban derechos integrales, incluyendo el matrimonio igualitario y la adopción. Durante el mes de junio, se celebra a los ciudadanos en nuestro país y en el mundo que apoyan, respetan, incluyen y muestran solidaridad. Aunque se ha avanzado en la aceptación de la diversidad sexual, aún queda mucho por hacer en términos de concientización sobre las realidades y derechos de la comunidad.
Observando los hallazgos del reciente estudio de Ipsos "Orgullo LGBT+ 2024", las generaciones más jóvenes, especialmente la Generación Z, muestran una mayor propensión a identificarse como LGBT+ y a apoyar la diversidad sexual y de género. Este grupo, en promedio global, tiene un 17% de personas que se identifican como parte de la comunidad LGBT+, una cifra que contrasta con el 5% de los Baby Boomers, lo que hace pensar en una brecha de edad importante donde los más jóvenes han experimentado mayor libertad para manifestar su identidad.
Un 53% de los mexicanos apoya que las personas de la comunidad hablen abiertamente sobre su orientación sexual o identidad de género. Este es un indicio positivo de una sociedad que avanza hacia la inclusión, la tolerancia y el respeto al otro.
El camino se sigue construyendo y podemos pensar en un futuro más igualitario, pero aún hay barreras que derribar. La aceptación de las personas transgénero, por ejemplo, sigue siendo un tema divisivo. Solo el 26% de los mexicanos apoya que los atletas transgénero compitan según el género con el que se identifican, un porcentaje significativamente menor que en otros aspectos de la igualdad LGBT+.
En cuanto al matrimonio igualitario y la adopción por parejas del mismo sexo, México muestra un apoyo mayoritario. El 55% de los mexicanos está a favor del matrimonio del mismo sexo, y el 57% apoya que las parejas tengan los mismos derechos de adopción que las parejas heterosexuales. Estos porcentajes, aunque positivos, indican que todavía hay un porcentaje considerable de la población que está en contra.
La inclusión y normalización de la comunidad LGBT+ no es tarea única de sus miembros, por el contrario, considero que es labor de la sociedad generar los espacios de expresión, el respeto y la defensa de este grupo y de cualquiera que pudiera ver en entredicho sus derechos. Resulta revelador que a pesar del apoyo manifiesto hacia los derechos de la comunidad, existe un alto porcentaje de mexicanos que nunca ha levantado la voz en defensa de alguna persona LGBT+ (63%) o ha asistido a actos públicos en defensa o apoyo a la comunidad LGBT+ (81%). Estos datos reflejan una desconexión entre la aceptación teórica y la participación activa, lo cual es crucial para trabajar en la promoción de la inclusión social.
La comparación internacional ofrece perspectivas valiosas. Países como Países Bajos, con un 14% de personas identificándose como LGBT+, y Suecia, con un 86% a favor del matrimonio igualitario, lideran en términos de aceptación y apoyo. Estos ejemplos deben servir de modelo para México y otros países que buscan avanzar hacia una sociedad más inclusiva.
En conclusión, aunque México ha hecho progresos significativos en la aceptación de la comunidad LGBT+, aún existen retos y áreas de resistencia que deben ser abordadas. La educación y la participación activa son claves para continuar avanzando hacia una sociedad donde todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, sean aceptadas y respetadas plenamente. La evolución hacia una aceptación completa y genuina es un camino continuo, y cada paso hacia adelante es una victoria para la igualdad.
POR FERNANDO ÁLVAREZ
Senior Group Director Ipsos en México
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