LA ENCERRONA

La encrucijada estadounidense

En esta contienda, cuatro años después, aunque sean los mismos actores, la situación ha dado varios giros

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

“Desde el presidente Lincoln y la Guerra Civil, nunca nuestra libertad y democracia habían sido atacadas como lo están hoy”. Joe Biden

El enfrentamiento entre Joe Biden y Donald Trump en la actual contienda presidencial de Estados Unidos nos recuerda a lo ocurrido durante el 2020 con su desenlace caótico el 6 de enero del 2021 en el Capitolio cuando fanáticos de Trump, azuzados por el propio magnate, irrumpieron en el recinto causando daños materiales y poniendo en riesgo las vidas de congresistas, trabajadores y reporteros. También fue una campaña enrarecida por la pandemia -en materia de salud y economía-, malas decisiones para estabilizar el empleo y la inflación, así como un Partido Republicano entregado al entonces presidente.

En esta contienda, cuatro años después, aunque sean los mismos actores, la situación ha dado varios giros. Ya no existe pandemia y sus resabios respecto a la salud se encuentran estables (aún existen picos y nuevas variantes, pero controlados); la economía estadounidense, las tasas de empleo son de las más altas en su historia y la inflación ha tomado un rumbo adecuado. El sistema internacional enfrenta dos conflictos bélicos donde Estados Unidos se ha mostrado muy activo en sus participaciones (cosa que le agrada a un porcentaje alto de estadounidenses) y, en general, el gobierno está bien.

Con lo anteriormente descrito la reelección del demócrata Joe Biden no tendría que tener turbulencia alguna, sin embargo, existe una percepción generalizada por parte de la sociedad estadounidense de que no es así e incluso algunos sectores piensan que con “Trump se estaba mejor”. Esto sumado a la campaña permanente en contra del presidente señalándole como un adulto mayor con desvaríos, demencia senil o completamente confundido, cuestión que el contendiente republicano ha sabido profundizar entre sus simpatizantes. Hoy en las campañas no se habla de economía, de salud o de política, se ha enfocado en los perfiles de los contendientes, principalmente en la edad de Biden.

Del bando republicano, Trump es declarado culpable por las autoridades, nada menos que por 34 cargos de falsificación de registros comerciales relacionados con 11 facturas, 12 vales y 11 cheques, todo para encubrir su relación con la actriz Stormy Daniels. Es decir, en estos momentos Donald Trump no puede salir del país ni portar armas, pero sí ser presidente. No termina aquí, Trump debe presentarse a otros 3 juicios (asalto al Capitolio, robo de documentos clasificados Mar-a-lago e injerencia electoral en Georgia) antes de las elecciones de noviembre. Su bandera sigue siendo detener a los “bad hombres” en la frontera sur y señalar a Biden.

Ante este panorama y con todas las encuestas prácticamente empatadas, con debates antes de tiempo, incluso sin ser nombrados oficialmente por sus partidos, y por primera vez desde 1988 no serán realizados por la Comisión de Debates Presidenciales (el primero de ellos efectuado ayer por la noche), las y los estadounidenses están en medio de una encrucijada y se preparan para (re)elegir entre dos hombres de 81 y 78 años de edad, en medio de su participación activa en conflictos bélicos, con China disputando palmo a palmo su hegemonía. Faltan poco más de cuatro meses para la jornada electoral y aún no hay nada decidido, Biden tendrá que ajustarse al guion y no distraerse si quiere repetir en la Casa Blanca; Trump no cambiará de estrategia; el votante es quien tiene la última palabra.

POR ADRIANA SARUR

COLABORADORA

ADRIANASARUR@HOTMAIL.COM 

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