DESDE AFUERA

¿Integración? No; somos latinos

Para algunos gobernantes latinoamericanos es mejor enfatizar su derechismo o su progresismo para tratar de aislarlo

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Hace casi 200 años, en 1826, el Libertador Simón Bolívar, convocó al Congreso Anfictiónico de Panamá, con la idea de buscar rutas hacia la integración de los recién independizados territorios del continente americano.

El intento fue un fracaso por razones similares a las que hoy limitan las posibilidades de acuerdos integracionistas. De acuerdo con un recuento, en 1826 asistieron al Congreso representantes de la Gran Colombia (formada entonces por Colombia, Ecuador y Venezuela), México, Perú y la República Federal de Centro América. Las delegaciones de Bolivia y Estados Unidos no llegaron a tiempo. Las Provincias Unidas del Río de la Plata y Chile no mostraron interés. Paraguay no fue invitado. "El Imperio del Brasil tampoco mostró interés. Gran Bretaña envió un observador y los Países Bajos otro a título personal".

Pero no hubo progreso ante lo que se describió como "los desacuerdos entre los gobiernos participantes". Para ser francos, la situación no ha cambiado mucho, aún cuando los jugadores y las circunstancias pudieran ser diferentes. La situación pone de relieve la necesidad de eso, que tanto la ya saliente Secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, como el aún por entrar nuevo canciller, Juan Ramón de la Fuente, han señalado directa o indirectamente: pragmatismo.

No es que sea el descubrimiento del hilo negro. Es absolutamente lógico. Pero para algunos gobernantes latinoamericanos es mejor enfatizar su derechismo o su progresismo para tratar de aislarlo incluso. ¿Y la unidad latinoamericana? Bueee... detalles marginales.

"Tenemos que entender que hay una diversidad ideológica en América Latina, no es nuevo tampoco. América Latina, si la revisas históricamente, es una región en donde siempre han habido estos contrastes; ha sido parte de la dificultad que hemos tenido los países de América Latina para trabajar algunos temas con mayor cohesión, pero también es parte de la riqueza, de esta pluralidad que tenemos. Los pueblos de América Latina están muy hermanados y para eso está también la diplomacia, para poder encontrar espacios que nos permitan una convivencia armónica a pesar de las diferencias ideológicas", dijo de la Fuente en una entrevista con el diario español El País.

Por su parte, durante una conversación en El Heraldo TV, Bárcena hizo notar que ve posibilidades de una integración
regional que incluya cooperación con paises latinoamericanos que eligieron gobiernos de derecha, como Argentina o El Salvador, en busca de una integración "pragmática, de desideologización". Pero somos latinoamericanos. Y la ideología, el fanatismo, suele sustituir a otras emociones.

No es raro que los promotores de la unidad latinoamericana busquen de hecho, mayor resonancia en foros internacionales
o traten de promover sus propias ideologías como receta única para el sueño integrador.

El hecho es que la unanimidad ideológica regional es un sueño de dictadores y que el pragmatismo debiera ser la bandera. Pero somos latinoamericanos.

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS 

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM                             

@CARRENOJOSE

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