MEXICANOS PRIMERO

¿Y cómo medimos el aprendizaje?

Es fundamental contar con mediciones sobre los aprendizajes de los alumnos y saber si cumplimos con el ODS 4, pero sobre todo resulta esencial que los resultados de estas mediciones sean útiles para orientar las políticas educativas

OPINIÓN

·
María Teresa Gutiérrez / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es un compromiso intergubernamental y un “plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad”, incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en temas muy diversos como la salud, las energías asequibles y la vida submarina. El gobierno mexicano se comprometió a su cumplimiento en 2015, junto con otros 193 países miembros de la ONU. Se cuenta con un Consejo Nacional para dar seguimiento a las acciones a favor del cumplimiento de la agenda.

La Educación ocupa un lugar central para cumplir la Agenda 2030 puesto que su ODS 4 es la Educación de calidad. El compromiso para los gobiernos firmantes consiste en “garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos”.

Entre sus metas se incluyen: asegurar el acceso universal a los servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad; eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario; aumentar considerablemente la oferta de docentes calificados; y construir y adecuar instalaciones educativas a necesidades de niñas, niños y las personas con discapacidad.

El gobierno mexicano ha reportado el cumplimiento de las metas del ODS 4 en los informes de labores que cada año emite la SEP, podemos citar algunos ejemplos. Se han tenido ligeros avances en el número de escuelas de educación básica que cuentan con internet ya que 2 de cada 4 primarias y secundarias tienen este servicio; pero aún queda pendientes en otras áreas, como es el acceso a la educación preescolar, en donde 3 de cada 10 niñas y niños en edad de acudir al preescolar no lo hacen. 

Pero hay una meta que resulta fundamental desde la perspectiva de la triple inclusión promovida por Mexicanos Primero: estar, aprender y participar en la escuela. Se trata de la meta 4.1 “asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos”. Al respecto el gobierno mexicano ha reportado únicamente el número de alumnas y alumnos inscritos en primaria y secundaria; cuántos estudiantes concluyen estos niveles, y cuántas de las niñas y los niños que terminan la primaria ingresan a la secundaria.

Entonces, ¿qué nos falta por saber? Para saber si vamos por buen camino para cumplir con esta meta necesitamos conocer si las niñas, niños y jóvenes que concluyen la primaria y la secundaria tienen un nivel mínimo de competencia en lectura y matemáticas, dos materias fundamentales para la vida diaria y seguir aprendiendo. Y ustedes se preguntarán ¿cómo medimos el aprendizaje?, la respuesta es muy sencilla: con evaluaciones. Ya sean nacionales o internacionales, lo importante es que realicen. 

¿Qué está pasando en México con las evaluaciones? México, ha participado en diversas evaluaciones internacionales, una de las más destacadas es la prueba ERCE que coordina la UNESCO y en la que participan todos los países de Latinoamérica, pero se ha decido ya no realizar esta prueba a nivel nacional. También se dejaron de realizar las pruebas como PLANEA que era coordinada por el desaparecido Instituto Nacional para Evaluación de la Educación (INEE). 

Todo indica que la única evaluación internacional en la que México seguirá participando es la prueba PISA de la OCDE. Reconocemos que en su conferencia matutina del 7 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador haya dicho que nuestro país sí continuará con este ejercicio.

Es fundamental contar con mediciones sobre los aprendizajes de los alumnos y saber si cumplimos con el ODS 4, pero sobre todo resulta esencial que los resultados de estas mediciones sean útiles para orientar las políticas educativas que permitirán garantizar el derecho de las niñas y los niños a aprender. 

Por María Teresa Gutiérrez

*Directora de Monitoreo de Indicadores en Mexicanos Primero

EEZ