PORTAZO

Los nuevos títulos nobiliarios

Como ya no existen pergaminos de condesa, la vanidad se envuelve en maestrías, doctorados y demás

OPINIÓN

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Rafael Cardona / Portazo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Tres mujeres con diferentes puntos de vista sobre la cultura se reunieron en la escuela de periodismo Carlos Septién García. Las periodistas Angélica Abelleyra y Adriana Malvido fueron las convocantes. Se trataba de analizar y contrastar los proyectos culturales de las tres opciones electorales en contienda.

Del grupo destacaba, por su experiencia y capacidad, Consuelo Sáizar.

También fue notable la presencia de Ana Francis Mor, nombre artístico de Ana Francis López Bayghen, quien tiene experiencia en el campo legislativo (o algo parecido) y también en vida cabaretera (o algo parecido), con el grupo “Las Reinas Chulas”, lo cual garantiza la continuidad política del segmento cultural de Morena, representado por Jesusa Rodríguez.

López Bayghen —como todos sabemos y la prensa consigna—, “es cofundadora de la compañía de cabaré Las Reinas Chulas (colectivo con 23 años y que ha montado más de 80 espectáculos); el Teatro Bar El Vicio, del Festival Internacional de cabaré, Las Reinas Chulas A.C. y La Cabaretiza A.C., entre otros.” 

Con esos antecedentes de abandono de los convencionalismos tradicionales (hasta en esas actividades), uno pensaría en el desapego de ciertas formas aburguesadas por parte de tan libertaria “reina chula”, pero lo más visible en su encuentro con las otras dos representantes culturales de las candidatas y el candidato, (la ya dicha Consuelo y Ruth Alejandra López, de MC), fue la reconvención a Consuelo Sáizar para referirse a Claudia Sheinbaum como “la doctora” y no como “la señora”. Nomás le faltó ordenarle: dile, “la científica”. 

Al menos así lo relata una crónica del encuentro: 

“…Sáizar pidió réplica inmediata (en un momento del debate): mencionaste a Xóchitl, mencionó a Claudia. 

—La señora Sheinbaum, comenzó….

Pero fue interrumpida por Mor para que se refiriera a la candidata como DOCTORA. 

—¿Y por qué? 

Pues por jactancia y soberbia, por el uso de los nuevos títulos de nobleza. Como ya no existen los pergaminos de condesas, marquesas y demás, la vanidad se envuelve en maestrías, doctorados, post doctorados y demás.  

OBISPO

El affaire Rangel tiene, obviamente, consecuencias electorales. Y todas favorables para la señora Sheinbaum (perdón, la Doctora, no se vaya a enojar Mor).

Si como todos recordamos ella rechazó en la firma del documento episcopal el diagnóstico sobre la inseguridad en el país, los hechos de Morelos y la conducta personal del obispo mediador de “Los Ardillos” y “Los Tlacos” (integrante de la conferencia del Episcopado), los hechos subsecuentes le vienen dando la razón. 

Tangencialmente, pero eso es suficiente para respaldar su punto de vista. Una cosa es la violencia mal atendida —es cierto— y otra la conducta peligrosa de un obispo en cuya lubricada fiesta se perdió el control.

POR RAFAEL CARDONA

COLABORADOR

@CARDONARAFAEL

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