Han sido 27 años desde que la izquierda tomó la batuta de la Ciudad de México, cuando en la primera elección abierta para jefe de gobierno, los ciudadanos se decantaron por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Desde entonces, siempre han votado por la izquierda, pasando por el presidente López Obrador, Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera hasta Claudia Sheinbaum.
La capital del país da cobijo a todo tipo de ideologías y corrientes. En su democracia naciente, las mayores fuerzas políticas han tenido posibilidad de ganar alguna alcaldía, diputación local o federal o senaduría, pero en la jefatura de gobierno no ha habido alternancia.
En 2018 ocurrió que Morena ganó tanto la presidencia de la república y la jefatura, por lo que, por primera vez, gobernantes emanados de un mismo partido convivieron en los palacios vecinos a la plancha del Zócalo… y la dinámica cambió. Ya no hubo una posibilidad de que los habitantes contrastaran ambas administraciones.
Tres años después, vino una de las derrotas más sentidas para Morena al ganar la oposición más de la mitad de las alcaldías capitalinas, una sacudida que evidenció la pérdida de votos para la izquierda. Para ponerlo en perspectiva, habría que ver los siguientes ejemplos: en 2018 el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano se llevaron la Benito Juárez con el 59 por ciento de los votos, contra el 33 por ciento de Morena; para 2021, la alianza opositora, se llevó el 75 por ciento de los votos, contra el 20 por ciento de Morena.
En la Cuauhtémoc en 2018, Morena se llevó el 53 por ciento de los votos, pero en 2021, únicamente obtuvieron el 38 por ciento de los votos, contra el 48 por ciento que la oposición. Hay otras demarcaciones que hicieron switch y todo indica que así se van a quedar.
Luego del segundo debate chilango llevado a cabo el pasado 21 de abril, el polvo ha ido asentándose y los números han estado cerrándose en la contienda capitalina. Aunque mantiene ventaja, Clara Brugada, de la coalición Morena, PT, PVEM, no ha crecido en intención de voto y esto ha dado idea de que el candidato Santiago Taboada se ha metido de lleno en la pelea.
Los negativos de Morena no se olvidan fácilmente: desde la caída del Metro, el mal manejo de la pandemia por COVID, el agua contaminada de la cual todavía se desconoce su origen, la movilidad y temas coyunturales de seguridad. Estar en el gobierno es desgastante y en un ambiente polarizado, las evaluaciones ciudadanas no son las más amigables.
Además, la selección de Brugada sobre Omar García Harfuch, que le adelantaba en las preferencias, es una herida que no ha cicatrizado. Vaya, no termina de cerrar. Y se nota en la forma en la que las campañas a alcaldes y jefe de gobierno corren en paralelo.
Ya AMLO ha advertido de la “empanización” de la capital. ¿Qué quiso adelantar? Veremos qué ocurre en la elección donde por primera vez en lo que va del siglo, su nombre no aparece en alguna de las boletas del voto capitalino.
POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ
COLABORADOR
@CARLOSZUP
MAAZ