COLUMNA INVITADA

Un día de las madres dedicado a la lucha y esperanza

Es momento de reconocer que el Día de las Madres no es solo una celebración, también debe ser una fecha para reflexionar sobre las profundas heridas de nuestro país

OPINIÓN

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Itzel Arellano Cruces / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Este Día de las Madres, mientras muchas familias se reúnen, no podemos olvidar a aquellas cuyos brazos están vacíos, quienes cargan en su corazón el peso de la ausencia y la injusticia. Hoy, dedico este espacio a esas valientes: las madres que han perdido a sus hijos a manos de la violencia y la inseguridad que manchan el suelo de nuestro país, las que día a día, con palas y con esperanza, escarban la tierra en busca de sus seres queridos.

En México, ser madre significa muchas veces convertirse en buscadora. Estas mujeres, armadas de valor y devastadas por el dolor, se transforman en investigadoras, activistas y expertas, persiguiendo la justicia que el sistema les niega. Su lucha es nuestra, pues ninguna madre debería tener que buscar a su hijo en fosas comunes o enfrentarse al silencio cómplice de las autoridades.

Es momento de reconocer que el Día de las Madres no es solo una celebración, también debe ser una fecha para reflexionar sobre las profundas heridas de nuestro país. Las cifras de feminicidios y desapariciones, son un reflejo trágico en nuestra conciencia colectiva. Cada número tiene un nombre, y cada nombre, una madre que clama justicia.

Nuestro deber es escuchar y actuar. Debemos fortalecer nuestras leyes y sistemas de justicia para proteger a nuestras madres y sus familias. El gobierno debe ser un apoyo, no una fuente de más dolor. Es esencial que se implementen políticas públicas efectivas que garanticen la seguridad y el bienestar de todas las madres y sus hijos.

A todas las madres que enfrentan la incertidumbre y el miedo, les digo: No están solas. Que este Día de las Madres, su coraje nos inspire a todas y todos a construir un México más justo y seguro.

En su honor, reafirmo mi compromiso de trabajar desde mi trinchera incansablemente para que las madres de nuestro país puedan celebrar este día no solo con memoria y luto, sino con esperanza y paz. A ellas, mi respeto, admiración y  apoyo inquebrantable.

ITZEL ARELLANO CRUCES
JEFA DE OFICINA DE LA COORDINACIÓN DEL GPPAN EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS

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