MALOS MODOS

Pemex se ha salvado

Por eso lo de que, por fin, respiro. Disculparán si estoy forzando demasiado la metáfora, pero, ahí sí, el nopal empieza a florecer, y vaya que ha costado

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El Doctor Patán respiró, por fin, con alivio. Puede que el licenciado Bartlett, ese patriota (y soltero codiciadísimo: apúrense que se los ganan, compañeras) no termine de dar con la tecla y nos traiga a punta de apagones, por aquello del ensayo y error y de ponerle el águila, la serpiente y sobre todo el nopal a la producción de electricidad.

En cambio, la soberanía gasolinera va, por fin, bien encaminada. Por eso lo de que, por fin, respiro. Disculparán si estoy forzando demasiado la metáfora, pero, ahí sí, el nopal empieza a florecer, y vaya que ha costado.

Se entiende, claro. No es fácil restituirle a un país el orgullo petrolero, como puede confirmárselos ese mexicano de primera que es Octavio Romero, el silencioso, el leal, el convencido Lord Combustóleo. El entrañable tío Tavo, pues. Vean sino lo de Pemex. Aquí su doctor de cabecera llevaba un rato preocupado por el bombardeo de cifras y otros datos, hay que reconocerlo, escalofriantes que rodean a la petrolera de todos.

Por ejemplo, para empezar, aquello de que nuestra paraestatal pierde 32 dólares y centavos por barril de crudo procesado, lo que se traduce en que el pueblo bueno, solo por ese concepto, ha tirado a la basura 800 mil millones de pesos. O, más ampliamente, lo de que la petrolera del charrito (en este caso me refiero al charrito original, el del logo, no a los primos de nuestros bodocones, a los que quiero hacer llegar un abrazo fraternal) ha recibido 1.5 billones de pesos del Estado para no irse a la bancarrota.

O lo de que en 2023 tuvo la producción de crudo más pobretona de los últimos 30 años. O lo de que le debía y todavía le debe una fortuna, en miles de millones, a sus proveedores. O lo de que Dos Bocas nomás no arranca y ya nos salió como en el doble de lo presupuestado: casi 19 mil millones de dólares, en el último corte de caja.

O lo de la casa de Houston y las no sé cuántas de mi Rocío, dos ejemplos de honestidad valiente y pañuelito blanco que sin embargo habría que aclarar bien para no darle armas a los conservadores. O lo de que las refinerías nos están ahogando en gases tóxicos, que es un departamento en el que parece que Pemex sí tiene un récord que otro. O lo del huachicol, que parece que siempre no terminó. O lo de los incendios en el mar.

Sí: con esas evidencias, el Doctor Patán, como tantos mexicanos, estaba angustiado por la petrolera, que este sexenio reconozcamos que no, no resultó un cuerno de la abundancia, y que parecía tener un futuro de veras negro, y, para decir una obviedad, no precisamente negro petróleo. Sin embargo, se ve ya una luz al final del túnel. El tío Tavo y nuestro líder, el Cuarto Presidente Más Popular del Mundo, anunciaron el otro día que le van a cobrar 31 millones a María Amparo Casar.

Prepárense para administrar la abundancia.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

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