POLITEIA

Educación, calidad y prueba PISA

Por desgracia, el legado educativo de la llamada Cuarta Transformaciónes un modelo de mediocridad institucionalizada

OPINIÓN

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Fernando Rodríguez Doval / Politeia / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pidió al gobierno mexicano reconsiderar su intención de abandonar la prueba PISA, la cual es una prueba internacional para medir la calidad de la educación a través de exámenes estandarizados en Matemáticas, Ciencias y Comprensión de Lectura. Participan 81 países.

Los más recientes resultados de PISA, dados a conocer en diciembre pasado, muestran que México ha retrocedido en todos los rubros evaluados. Eso significa que ha empeorado la calidad de la educación que se imparte en México y que los profesores están menos preparados.

Hay que recordar que este gobierno hizo una contrarreforma educativa para eliminar la obligación de que la educación en México se guíe por el principio de calidad. Se dejó de evaluar a los profesores y se eliminó el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. En los contenidos educativos se han incorporado apologías ideológicas de personajes como Marx, Lenin o Bakunin, y se han suprimido matemáticas y ciencias.

El gobierno no ha implementado ningún programa especial de nivelación para los estudiantes tras la pandemia, que supuso para muchos dos años educativos completamente perdidos. También, se desaparecieron las escuelas de tiempo completo.

Como resultado lógico de todo lo anterior hoy tenemos datos verdaderamente escalofriantes: desde 2018, un millón y medio de estudiantes han abandonado las aulas; a pesar del crecimiento de la población, hoy hay menos estudiantes en todos los niveles educativos de los que había hace seis años.

El modelo de la “Nueva Escuela Mexicana” de la Secretaría de Educación Pública elimina las pruebas estandarizadas y descarta la participación de México en las evaluaciones internacionales para estudiantes. En repetidas ocasiones, el presidente López Obrador se ha referido a la prueba PISA como una “evaluación neoliberal”.

Esta decisión de abandonar la prueba PISA es un error monumental. Al eliminar las pruebas estandarizadas se impide hacer un análisis objetivo sobre los avances, retos y pendientes de nuestro sistema educativo. Sin medición y sin indicadores cuantitativos, no puede haber un diagnóstico adecuado, por lo que tampoco pueden proponerse soluciones correctas.

La educación es el principal instrumento de igualación social. Una educación de calidad permite que las personas sepan pensar, escuchar, dialogar, y desarrollar las aptitudes y habilidades que les darán acceso a mejores oportunidades en la vida. Por desgracia, el legado educativo de la llamada “Cuarta Transformación” es un modelo de mediocridad institucionalizada, con el que difícilmente nuestros niños y jóvenes se podrán abrir paso en un mundo cada vez más complejo.

POR FERNANDO RODRÍGUEZ DOVAL

POLITÓLOGO

@FERDOVAL

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