RECUERDOS DE JOSÉ SULAIMÁN...

Cada evento está lleno de recuerdos

Aquí va una de las grandiosas anécdotas

OPINIÓN

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Mauricio Sulaimán / Recuerdos de José Sulaimán... / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Esta columna tratará de recordar algunas cosas que han pasado alrededor de las funciones de boxeo, dejando en claro cómo el destino está marcado para cada uno de nosotros.

Uno de los grandes promotores de la historia, quien recuerdo con mucho cariño, Dan Goosen, tuvo una cantidad de situaciones alrededor de su vida en el boxeo. Familia boxística de abolengo, Los Goosen eran 10, y su empresa se llamaba Ten Goose Promotions. Aquí va una de las grandiosas anécdotas.

Allá por fines de los años 70, Goosen promovió una pelea de campeonato mundial en Chicago, el mexicano Pipino Cuevas contra Randy Shields. Durante la semana de la pelea, usualmente los promotores salen a cenar también y  a dar la vuelta para pasarla bien en la ciudad en turno. Dan, algunos de sus hermanos, y el ahora también promotor, Tom Brown, llegaron a una famosa discoteca Dingbats. 

Por alguna razón, los cadeneros no los dejaban pasar, pero el carisma e ingenio de Dan floreció, y llegó a un acuerdo con el jefe de seguridad del antro. 

Se cayeron tan bien, que Dan lo contrató para que fueran la seguridad de ringside en la función de boxeo de ese sábado. Se hicieron tan amigos, y meses después, Goosen lo inscribió en un concurso en Hollywood: El cadenero más fuerte de América, y para sorpresa de todos, ganó dicho certamen… 

Pues resulta que ese programa lo vio nada más y nada menos que Sylvester Stallone, y se maravilló de la personalidad del cadenero ganador, y lo mandó llamar para que eventualmente protagonizara un papel principal en la película Rocky III. Sí, el cadenero era... ¡Mr. T!

Así es amigos, el boxeo llevó a un cadenero a convertirse en toda una celebridad, y ser reconocido en todo el mundo.

Ahora nos vamos a Nueva Inglaterra, y el prominente promotor de la región, Jimmy Burchfield. Existe un teatro muy prestigioso en Cape Cod, Massachusetts, lugar donde se realizan muchos conciertos: el Melody Tent.

Jimmy logró convencerlos para tener una función de boxeo por primera vez en ese lugar. El actual senador de Massachusetts, Kip Cop Cat Diggs contra Ralph Chatwick, dos populares boxeadores de la región. 

Después de muchísimos problemas para instalar el ring, que es cuadrado, y el escenario era circular, el ingenio de la gente de boxeo lo logró.

Ya que estaba todo listo, hubo un gran lleno, con ocho mil personas, y de pronto, se le acercó un técnico: “Sr. Jimmy, tenemos un problema, hay un zorrillo debajo del ring”. 

La inmediata reacción fue preguntar, ¡si alguien tenía una pistola! Obviamente la idea fue inmediatamente descartada... Llegó el muy popular Vinny Pazienza, el público estaba ansioso de ver boxeo, y Burchfield recurrió a un truco, que alguna vez leyó en la escuela; pidió una manta oscura, se metió debajo del ring y sin temor a ser bañado por don zorrillo logró echársele encima… Minutos después, el animalito estaba profundamente dormido, y así lo pudieron sacar, y se vivió una gran noche de boxeo.

A mediados de los 90, mi papá me pidió atender a Oscar de la Hoya, y a todo su equipo, quienes viajaron a la Ciudad de México, con el legendario promotor Bob Arum, para la presentación de la pelea De la Hoya vs. Miguel Ángel González. Estaba aquí mi amigo Fernando Beltrán, quien me acompañó para poderlos atender muy bien, pues era un grupo de alrededor de 20 personas. Llegamos al que fue uno de los restaurantes favoritos de mi papá, Cícero, en la Zona Rosa. Oscar estaba en plenitud, su español todavía no estaba muy afinado, pero su amor por México, sí.

Mauricio: ¿qué te parece si le enseñamos a Bob la bebida cucaracha?”. Ésta es tequila con kahlua en copa, y se le prende fuego para ser tomada con popote. Pedimos una charola de cucarachas, mientras sonaba un trío, con hermosas canciones de bolero. “¡Hey: que sea Bob el primero en tomar!”, dijo Oscar, y procedimos a explicar de qué se trataba. A Bob siempre le ha encantado la fiesta, y de inmediato accedió, se puso de pie, tomó la copa, le prendieron fuego, y tomó el popote; el problema fue que no le dijimos que tenía que hacerlo rapidísimo, y Arum empezó a succionar el popote lentamente, ¡y todo el fuego se le fue a la boca! Acto seguido escupió la bebida ardiente en la mesa y se armó un borlote…

(Créditos: Especial)

¿Sabías que...?

Bob ArumDon King, ambos de 92 años de edad, siguen promoviendo boxeo de primer nivel en el mundo.

(Créditos: Especial)

Anécdota de hoy

“Mijito: llega Don King y necesito que vayas por él al aeropuerto, y yo los alcanzo en el hotel para cenar”.

Salí en mi auto, y mi primo Manuel en el suyo; llegó Don y se subió conmigo, y Dana Jamison en el asiento de atrás. Isidore (QEPD), quien fuera guardaespaldas y chofer de Don King (era tan noble que no mataba ni una mosca, pero sí se veía imponente), abordó el coche de mi primo. Al llegar a la esquina de Campos Elíseos y Mariano Escobedo nos toca el semáforo en rojo, y de repente se nos cierra un auto, se bajaron cuatro tipos con tremendos pistolones, y le bajan el reloj a Don King (a mí ni me pelaron), y se arrancan de inmediato.

Acto seguido se pone el verde y arranco, veo una patrulla en la siguiente esquina, bajo la ventana y les grito: “Poli: nos acaban de asaltar". Voltea el oficial, y pega tremendo grito: '¡Don King! ¡Don King! ¡Hola!  ¡¿Foto, foto!?"... Llegamos al Hotel Presidente, y mi papá, sin decir nada, me abrazó, y me llenó de besos, mientras Don King pedía un cognac triple para el susto.

POR MAURICIO SULAIMÁN
PRESIDENTE DEL CMB
@WBCMORO

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