PERISCOPIO

Embajador con matraca

La sospecha empezó a expandirse en las altas esferas de la política estadounidense

OPINIÓN

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Raymundo Sánchez Patlán / Periscopio / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La sospecha empezó a expandirse en las altas esferas de la política estadounidense a principios de 2022. No pocos funcionarios de la Casa Blanca, la DEA y congresistas republicanos e incluso demócratas alertaron de que su embajador en México, Ken Salazar, mostraba cierta falta de capacidad para defender los intereses de Estados Unidos.

En cambio, exhibía una sobrada destreza y tenacidad para favorecer al actual régimen político mexicano, encabezado por el presidente Andrés López Obrador. De hecho, se dice que las preocupaciones llegaron hasta la oficina oval, donde despacha el presidente Joe Biden, amigo de Ken, quien minimizó las alarmas que había sobre su amigo.

Incluso el 5 de julio de ese año, el influyente diario The New York Times difundió en su primera plana: “Salazar ha logrado acercarse al presidente mexicano. Pero al interior del gobierno (de EU) hay una preocupación creciente de que, en el proceso de acercamiento, el embajador haya arriesgado los intereses estadounidenses”.

Biden lo echó en saco roto, pero la desconfianza de otros sectores de poder estadounidenses no se desvaneció. No eran las constantes visitas de Ken Salazar a Palacio Nacional lo que malmiraban, sino sus abiertas posturas a favor de políticas de López Obrador que iban incluso en contra del interés estadounidense.

Como su defensa de la contrarreforma energética de la 4T, que amenazaba inversiones estadounidenses en el sector, o su silencio timorato ante el boicot de AMLO a la Cumbre de las Américas de mayo de 2022.

Ahora, esas alertas se han vuelto a encender, incluso en el Departamento de Estado, que esta semana ha sido objeto de descalificaciones por parte del mandatario mexicano porque le disgustó el informe sobre Derechos Humanos. Y perciben que su embajador ni siquiera mueve un dedo para defender a su gobierno.   

Al contrario, ayer mismo, cuando López Obrador tundió a Estados Unidos por segundo día consecutivo y lo tachó de mentiroso y decadente, Ken Salazar optó por destacar la cooperación del gobierno mexicano en el combate a las drogas y la captura de capos. Ni una palabra en defensa del Departamento de Estado.

Peor aún: ayer la agencia de noticias Reuters difundió información en el sentido de que, en plena carrera presidencial en Estados Unidos, funcionarios de la 4T “se han estado reuniendo con personas cercanas a (Donald) Trump para discutir temas como la migración y el tráfico de fentanilo a Estados Unidos”.

Eso, sumado al reclamo de López Obrador a Washington respecto a que “tiene a un candidato hostigándolo en los juzgados”, en referencia al juicio contra Trump, hace pensar a funcionarios estadounidenses del Departamento de Estado, de la DEA y del Congreso, que su embajador Salazar es un cómplice de López Obrador para reventar la reelección de su “amigo”, el deteriorado física y políticamente presidente Biden.

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EN EL VISOR: Otra vez operando en varias pistas electorales está el señor de las ligas René Bejarano. No sólo confirmó tener gente en la campaña de Clara Brugada, sino que también trabaja con muchos candidatos de Morena en todo el país.

POR: RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN

RAYMUNDO@ELHERALDODEMEXICO.COM  

@R_SANCHEZP

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