COLUMNA INVITADA

Zaldívar, traición por sumisión

Al usar la justicia para jugar a la política, el exministro traicionó a México y puso en riesgo nuestra democracia

OPINIÓN

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Bosco de la Vega / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En 2019 al protestar como ministro presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar dijo una verdad y varias mentiras. Con verdad dijo que “lo más importante que tiene este Poder son las juezas y jueces, magistradas y magistrados federales”. Mintió al prometer que defendería “su autonomía y su independencia […] y la independencia judicial” para “defender el Estado de Derecho”.

En la polémica presidencia de Zaldívar, los jueces sí se volvieron lo más importante, pero para crear una red al servicio del gobierno. Desde su posición como presidente, presionó a jueces y magistrados para que favorecieran los asuntos prioritarios del presidente López Obrador.

Pruebas sobran. Manipuló votaciones en el Pleno de la Suprema Corte para beneficiar al Ejecutivo. Promovió una reforma judicial, que redactó sin el conocimiento de sus colegas ministros ni de los miembros de la judicatura, y que centralizó en su persona facultades que para controlar e intimidar a jueces y magistrados. En el colmo del cinismo, intentó permanecer dos años más como presidente de la Corte, y al fracasar esa intentona, adelantó su salida como ministro para sumarse al proyecto de la candidata presidencial de Morena, y permitir que el presidente nombrara anticipadamente una ministra funcional al régimen.

De la boca del presidente López Obrador, escuchamos que con Zaldívar había influido en las decisiones de la Corte, vergonzosa confesión de cómo el ministro que protestó defender su autonomía, puso al Poder Judicial de tapete del gobierno. Hoy conocemos graves acusaciones de miembros de la judicatura que atestiguan el uso del aparato judicial como una red de corrupción, extorsión y tráfico de influencias. Bastaría que solo una porción de los actos denunciados fueran verdad para que el exministro pagara su entreguismo con cárcel y deshonra.

El juez que usó la justicia para hacer política, acusa una persecución y asegura que nunca supo de nada irregular. Bien haría en recordar lo dicho por López Obrador: “quien detenta el poder, no puede decirse embaucado frente a los actos de sus colaboradores, pues estos actúan con la venia de quien manda”.  

La peor traición de Zaldívar a México fue usar su posición para convertir a un poder autónomo e independiente en instrumento del gobierno, y haber contribuido activa y vocalmente a su sometimiento y debilitación.

Condenó su legado judicial por jugar a la política y puso en mayor riesgo nuestra democracia. Si los jueces dejan de ser imparciales y actúan para favorecer los intereses de quienes gobiernan, la dictadura se vuelve inevitable.  

CUMULONIMBUS. ‘La justicia en manos del injusto es la mayor injusticia de todas’, Platón.

POR BOSCO DE LA VEGA

COLABORADOR

@BOSCODELAV

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