CASCABEL AL GATO

Los riesgos de una elección no competitiva

¿Qué porcentaje de abstención se espera en una elección con resultado cantado? Y dentro ese porcentaje ¿qué lugar ocupa Morena?

OPINIÓN

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Adrián Velázquez Ramírez / Cascabel al Gato / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El primer debate marcó un antes y después en la campaña de Xóchitl Gálvez. Se esperaba que Claudia Sheinbaum hiciera el mejor papel, pero sorprendió lo mal que le fue a la candidata del PRI y del PAN. A tal punto de que no son pocos los sondeos que la ubicaron como tercer lugar, por debajo de Álvarez Máynez. El baldazo de agua fría se sintió en el tenor de la campaña de Gálvez donde reina la desazón y el desconcierto. A poco más de cuarenta días de la elección, la remontada está descartada.

Nos encontramos, entonces, ante una elección que está prácticamente definida. Esto, que a las claras es una excelente noticia para el equipo de Claudia Sheinbaum, entraña también algunos riesgos. Lo desangelado del debate y sus niveles de audiencia lo confirman: ante la ausencia de ese sano morbo que produce la competitividad de las opciones electorales, simplemente la elección del 2 de junio no está presente en el radar de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas.

El fenómeno no necesita mucha explicación. Así como un partido de futbol convoca más interés si hay cierta asimetría entre los equipos pues existe cierta incertidumbre por el resultado, de la misma manera una elección no competitiva tiende a generar menos atención del público. Efecto que tiene como corolario un mayor índice de abstención. 

En estas condiciones es que surgen algunas interrogantes. Dicho de manera muy sencilla: en una elección no competitiva, los potenciales votantes del partido que tiene la ventaja tienen menos incentivos para acudir a las urnas ese día. “Para qué voy a votar, si de todos modos va a ganar mi candidata”. Ante la certeza del resultado, los votantes delegan su participación a un supuesto colectivo. La abstención no se distribuye igual y esto introduce un sesgo que, generalmente, va en detrimento de quien se presume va a ganar la elección.  

Este sesgo “del ganador” hace que la lectura de las encuestas sea un poco más compleja. A saber: una encuesta es un estudio de opinión que mide, de forma probabilística, la preferencia electoral de la ciudadanía. Es decir, refleja lo que la gente “dice” que hará el día de la elección. Pero “entre lo dicho y lo hecho, hay mucho trecho”. Nada garantiza que esa misma persona acabe, efectivamente, acudiendo a su casilla y depositando su voto en la urna.

Tenemos una mezcla potencialmente peligrosa y algunas preguntas inquietantes. ¿Qué porcentaje de abstención se espera en una elección con resultado cantado? Y dentro ese porcentaje ¿qué lugar ocupa el potencial votante de Morena? Así como la vida, la política es agridulce y la nula competitividad de Xóchitl Gálvez puede convertirse en un dolor de cabeza, pues no sólo está en juego la presidencia, sino gobernaturas, alcaldías, diputaciones, etc.

El rival de Morena ya no es Xóchitl Gálvez, sino la abstención. 

POR ADRIÁN VELÁZQUEZ RAMÍREZ

COLABORADOR

@AdrianVR7

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