COLUMNA INVITADA

En defensa de nuestra dignidad y soberanía

El 11 de abril, México presentó una denuncia contra Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya

OPINIÓN

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María Merced González / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La noche del viernes 5 de abril de 2024, el ejército y los cuerpos de seguridad de la República del Ecuador irrumpieron violentamente en la Embajada de México en Quito, para aprehender al exvicepresidente de ese país, Jorge Glas, quien se encontraba en la sede de la misión diplomática de nuestro país en espera del trámite de una solicitud de asilo concedido por el gobierno mexicano.

En el asalto a la embajada, el ministro Roberto Canseco Martínez, diplomático de carrera y jefe de la misión de México en Ecuador, fue sometido por los cuerpos de seguridad ecuatorianos a pesar de que goza de inmunidad diplomática.

La inviolabilidad de una representación diplomática, tal como se establece en el artículo 22, fracción 1 de la Convención de Viena, es un principio fundamental en las relaciones internacionales. Este artículo garantiza que las misiones diplomáticas, como las embajadas, sean consideradas como territorio soberano del Estado al que representan. Esto implica que las autoridades del Estado anfitrión no pueden ingresar a la embajada sin el consentimiento del Estado receptor.

Como bien lo señaló nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador, la entrada ilegal de policías a la embajada de México fue un acto autoritario y violatorio de la soberanía nacional, “fue una violación flagrante a nuestra soberanía, al derecho de asilo y a las normas y leyes internacionales; fue un acto autoritario, increíble”, mismo que derivó en el rompimiento de las relaciones diplomáticas con aquel país.

Para dimensionar la gravedad de esta agresión, recordemos que la integridad de embajadas y consulados no se atropelló ni siquiera durante las dos guerras mundiales del siglo XX, ni bajo dictaduras militares como las de Augusto Pinochet y Rafael Videla, o en fascismos como el de Franco. El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, así como las autoridades policiales y judiciales que participaron en este atropello, han cometido un ilícito penal.

A nivel mundial, México cuenta con el respaldo de la mayor parte de países y de organismos internacionales como la OEA y la CELAC. Recientemente aprobaron una resolución que condena “enérgicamente” la incursión de la policía de Ecuador en la embajada mexicana.

En el Senado de la República emitimos un pronunciamiento en el que, entre otras cosas, destacamos que la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador, decidida por el presidente López Obrador, es una medida proporcional y necesaria frente a la gravedad de los hechos, por tanto, respaldamos firmemente esta decisión, entendiendo que es un acto de legítima defensa de nuestra soberanía y dignidad nacional.

El pasado jueves 11 de abril, el gobierno mexicano presentó una denuncia contra el Estado de Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, por el asalto a la embajada. Nuestra canciller, Alicia Bárcena, informó que con la demanda se busca la suspensión de Ecuador como integrante de la ONU, en tanto ese país no emita una disculpa pública y se garantice la reparación del daño moral infringido al Estado mexicano y a su personal diplomático.

Como bien lo ha expresado nuestro Presidente,“somos un país independiente, libre, soberano; no somos colonia de ningún país extranjero, vamos a seguir resistiendo, ¡a México se le respeta!”.

POR MARÍA MERCED GONZÁLEZ GONZÁLEZ
SENADORA DE MORENA POR HIDALGO

@MARIAMERCEDG

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