COLUMNA INVITADA

25 años aportando a la transición energética de México

El inicio de un nuevo gobierno es una oportunidad única para identificar las políticas públicas que están funcionando y aquellas que deben mejorarse para construir el sector energético que impulse el desarrollo económico y social de México

OPINIÓN

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Abraham Zamora / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Este mes, la Asociación Mexicana de Energía (AME), que agrupa a los principales generadores privados de electricidad, cumple 25 años de aportar a la transición energética y al desarrollo del país, por medio de inversiones en generación eléctrica más limpia y renovable. Por medio de centrales de ciclo combinado y parques solares y eólicos, nuestros asociados han contribuido a la reducción de emisiones de gases efecto invernadero de nuestro país. Y con la vista en el futuro, nuestras empresas están comenzando a desarrollar proyectos para la instalación de baterías a gran escala y generación con hidrógeno, lo que permitirá una descarbonización del sistema energético de nuestro país más profunda.

Hoy tenemos un sistema eléctrico más complejo, una demanda energética que crece aceleradamente impulsada tanto por la relocalización de inversiones y la demanda interna, como por una rápida electrificación de nuestra vida diaria, un mercado eléctrico creciente, la incorporación de nuevas tecnologías de generación, consumidores más conscientes de su huella de carbono y, sobre todo, el reto de reducir emisiones en todas nuestras actividades. México cuenta con cerca de 89 GW de capacidad instalada. De acuerdo con Morgan Stanley, se requieren 37 GW adicionales para hacer frente al crecimiento de la demanda nacional para los próximos cinco años.

En este contexto, México está obligado a acelerar su transición energética y a ofrecer soluciones sustentables para los mexicanos. Esto implica, primero, incrementar la capacidad de generación disponible y buscar que esta generación sea lo más limpia, confiable y de menor costo posible. Segundo, debemos apoyar a la CFE para que pueda incrementar y modernizar las redes eléctricas que requiere la transición energética del país. Tercero, debemos invertir en nuevas tecnologías que aceleren la transición energética y la descarbonización de la economía: hidrógeno, gas natural renovable, biogás, captura de carbono, almacenamiento eléctrico, por mencionar algunos. Finalmente, dado el tamaño del reto, el gobierno debe definir el modelo bajo el cual participarán los privados en el sector energético, ya que se requiere capital público y privado para instalar la infraestructura mencionada. En nueva generación eléctrica, hay que invertir cerca de 41,000 millones de dólares, las redes requieren al menos 14,000 millones de dólares adicionales. Si a esto sumamos el costo de las nuevas tecnologías de generación, queda clara la importancia de contar con un nuevo modelo de colaboración público-privada que incentive las inversiones de largo plazo que necesitamos.

El inicio de un nuevo gobierno es una oportunidad única para identificar las políticas públicas que están funcionando y aquellas que deben mejorarse para construir el sector energético que impulse el desarrollo económico y social de México. Si logramos capturar las oportunidades de la relocalización, nuestro PIB puede crecer entre 1.5 y 2.5 puntos porcentuales, podríamos duplicar la Inversión Extranjera Directa del país, y todo esto ayudaría a crear entre 2 y 4 millones de nuevos empleos para beneficio de los mexicanos.

México cuenta con los recursos para construir el sector energético que necesita. El país tiene un potencial de generación renovable reconocido por organizaciones y especialistas en todo el mundo. Además, tiene un acceso privilegiado a las cuencas de gas natural abundantes y de bajo costo de Estados Unidos. Estos recursos nos permitirán planear una transición energética acelerada, ordenada, confiable, segura y más justa en beneficio de todos. Debemos aprovechar la coyuntura actual y acelerar la transición de nuestra economía.  

La AME y sus asociados seguimos comprometidos a promover el desarrollo de un sector energético que beneficie a México y, como hemos hecho por 25 años, impulsaremos la colaboración con el gobierno, la academia y la sociedad civil para juntos avanzar hacia la transición y descarbonización del sector. Fieles a nuestra visión de energizar a México con más desarrollo, equidad y sustentabilidad, siendo la asociación líder que conecta, fomenta el diálogo y el conocimiento en beneficio del sector y la sociedad.

POR ABRAHAM ZAMORA TORRES
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE ENERGÍA (AME) Y VICEPRESIDENTE SENIOR (DE ASUNTOS CORPORATIVOS Y PÚBLICOS) EN SEMPRA INFRAESTRUCTURA
@ABRAHAMZATO

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