En los últimos años, México ha puesto en marcha reformas político-electorales que impactan distintos ámbitos de la vida política mexicana. Por ejemplo, el famoso lema revolucionario de “sufragio efectivo, no reelección” fue dotado de un nuevo significado desde la reforma de 2014. A partir de ella, la figura de la reelección parece haber introducido el voto retrospectivo como un mecanismo preciso para evaluar los gobiernos.
En 2021, regresó la puesta en práctica de la reelección legislativa, lo que permitió a senadores y diputados federales ser electos por períodos consecutivos. En ese año, de los 213 diputados federales que buscaron la reelección, 139 consiguieron conservar su curul para otro periodo más. Este contexto invita a reflexionar qué posible diferencia existió entre el 65% de los diputados que lograron la reelección versus el 35% que no.
Diversas corrientes teóricas han estudiado los resultados electorales e intentado explicar qué variables influyen en los mismos. Varios autores han argumentado que la identificación partidista es el factor de mayor peso en la decisión de voto del electorado. Sin embargo, otras corrientes, como la escuela de Rochester basan su análisis en la racionalidad del elector y sostienen que el voto es retrospectivo.
Esto significa que el comportamiento electoral responde a la evaluación que realiza el electorado del desempeño de las personas funcionarias a cargo, en el que, factores económicos, sociales o demográficos influyen en el grado de apoyo a personas candidatas. En esencia, los votantes evalúan y aprueban (desaprueban) las condiciones pasadas y votan a favor (o no) del partido o funcionario en el poder.
De lo anterior se desprende que los resultados del gobierno, ya sean buenos o malos, por ejemplo en términos económicos, no pueden escapar de la recompensa o sanción electoral. Para ilustrar esta premisa se encuentra el caso de la reelección de diputados federales en Oaxaca.
Para la integración de la LXIV legislatura (2018-2021), 20 diputaciones (10 por mayoría relativa y 10 por representación proporcional) pertenecían al estado de Oaxaca. De éstas, 12 intentaron reelegirse y el 100% de ellas lo lograron.
La postura de los votantes de elegir nuevamente a todos los legisladores que intentaron reelegirse pudiera sugerir el uso del voto retrospectivo económico; pues de acuerdo con datos de la organización México ¿cómo vamos?, de octubre 2020 a marzo de 2021, Oaxaca fue la entidad con el mayor crecimiento económico estatal con un promedio del 5.5%.
Al parecer, el electorado profundizó de manera retrospectiva tomando en cuenta el desempeño económico del estado para apostar por los mismos legisladores para otro periodo.
De esta manera, la reelección es un mecanismo que exalta la rendición de cuentas, lo que nos permite tener una visión más clara del poder del sufragio, al mostrar en blanco y negro la capacidad de los ciudadanos para decidir el rumbo de sus gobiernos y la dirección de sus sociedades.
Para las elecciones de este año, es crucial que todos los ciudadanos ejerzan su derecho al voto y participen activamente en la evaluación de los gobiernos, asegurando así una sociedad más democrática y participativa.
POR REYES RODRÍGUEZ MONDRAGÓN
MAGISTRADO DEL TEPJF
@ReyesRdzM
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