COLUMNA INVITADA

Lo que nos enseñaron los libros de texto

Sin duda los libros de texto han sido una herramienta de aprendizaje que ha buscado la homogenización de la educación a fin de evitar desigualdades, toda vez que, los contenidos están al alcance de las niñas y niños indistintamente de la escuela a la que asistan

OPINIÓN

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Angélica Vargas / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Han pasado poco más de cinco meses desde que dio inicio el ciclo escolar de educación básica 2023-2024. 

Conviene recordar la serie de reclamos que diferentes organizaciones de padres de familia, columnistas, partidos políticos y medios hegemónicos de comunicación realizaron respecto a la actualización del contenido de los libros de texto gratuitos.

Pese a la aparente preocupación que mostraron sobre los grandes “peligros” que representaban los nuevos contenidos, hoy, no vemos que estos reclamos hayan trascendido a algo concreto que aterrice y vislumbre el interés sobre la educación de las niñas y niños mexicanos.

En meses previos, los opinólogos de derecha se mostraron horrorizados por algunos extractos de los nuevos contenidos que alcanzaron a leer, utilizaron expresiones como: “es un crimen contra la niñez”; y señalaron que se estaba instruyendo “el odio en las aulas”, es decir, aseguraron que se estaba enseñando a odiar y mencionaron que el objetivo del presidente consistía en transmitir rencores y frustraciones. 

Aquellos expertos, académicos y opinadores, que durante décadas no dieron una muestra real de su preocupación por las y los niños mexicanos, pusieron a los educandos como el escudo para poder decir lo que en verdad les preocupa: la apertura y fomento del pensamiento crítico. Asimismo, dejaron ver de lo que están hechos: de prejuicios, odio, conservadurismo y su ideología de extrema derecha.

Es importante no perder de vista este suceso, no se debe quedar como un tema de coyuntura como a veces sucede, donde los medios actúan como voceros de los grupos de poder y tratan de insertar los temas en la agenda pública, únicamente para atacar a quien no piensa como ellos.

Por el contrario, hay que registrar estos actos de resistencia de los diferentes grupos de poder conservadores que se oponen a los planes o proyectos que se operan y que desean frenar.

Tal como ocurrió en el sexenio de Adolfo López Mateos cuando en 1959 emitió el decreto mediante el cual se creó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG), en ese entonces la novedosa y muy necesaria iniciativa se vio debatida por grupos de derecha (iglesia, padres de familia y organizaciones católicas) quienes no vieron con buenos ojos la obligatoriedad y unicidad de los libros de texto. 

Desde entonces la bandera de los grupos conservadores ha sido el discurso anticomunista, basado en ideas que carecen de sustento.  

Sin duda los libros de texto han sido una herramienta de aprendizaje que ha buscado la homogenización de la educación a fin de evitar desigualdades, toda vez que, los contenidos están al alcance de las niñas y niños indistintamente de la escuela a la que asistan. 

POR ANGÉLICA VARGAS MENDOZA

COLABORADORA

@ANGELIC40417819

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